• El nuevo libro de Angelina Muñiz-Huberman habla de los piratas judíos de los siglos XVI y XVII, que salieron de España expulsados por la Inquisición en 1492. Foto José Antonio López
Ciudad de México.- El más
reciente proyecto literario de la investigadora y escritora Angelina
Muñiz-Huberman (Hyères, Francia, 1936), Los esperandos: piratas
judeoportugueses... y yo (publicado por Sefarad Editores), es la historia de
los piratas judíos de los siglos XVI y XVII, que junto con muchas otras
personas salieron de España expulsados por la Inquisición en 1492, explicó la
autora en la presentación que se realizó de la obra este sábado en la Librería
Bonilla.
Es una “novela neohistórica”,
calificó; “en la que se combinan otros géneros literarios como el ensayo, la
crónica y la ficción, por lo que se trata de una historia que tiene varios
niveles, y por lo tanto varios contenidos”.
Muchos de esos judíos
expulsados se fueron primero a las naciones más cercanas, a Portugal y Francia.
Otros llegaron hasta Turquía. Todos ellos son los que se llaman sefardíes. Pero
el grupo de piratas se formó con los que salieron a Portugal y de ahí muchos se
fueron a los Países Bajos e Inglaterra.
En Gran Bretaña entraron en
contacto con los más reconocidos piratas ingleses; y como los piratas judíos
tenían el habla española y los conocimientos marítimos, comenzaron hacer
incursiones de piratería en el Mediterráneo y en el Caribe, como una manera de
responder a la Inquisición, atacando los barcos españoles.
Esa es la parte histórica,
comentó la maestra Muñiz-Huberman a La Jornada. Pero investigando sobre todos
esos episodios históricos y como los judíos debían seguir sus preceptos
religiosos, añadió, “me encontré con que los piratas llevaban en sus barcos un
cocinero para la comida ritual, la comida kosher. De ahí que el protagonista de
la historia de Los esperandos... es un cocinero, quien además de cocinar es
escritor”.
Este cocinero, al estar
escribiendo en un cuadernillo sus vivencias y recetas, deja unas hojas en
blanco, con la idea y el anhelo de que una futura escritora las llene. “Y esa
escritora soy yo misma. Aparezco como Angelina Muñiz-Huberman, contando
historias familiares”.
Ello, explicó la autora, me permite
hacer un enlace con el pasado y el presente. Además que me permite muchísimas
libertades literarias.
Durante la presentación, la
maestra Angelina Muñiz leyó algunos fragmentos de su obra y el periodista y
crítico teatral Miguel Ángel Quemaín destacó: “Se trata de un libro
polivalente, de una carta de navegación, una enciclopedia, una psudomemoria,
una ficcionalización del ensayo.
“El libro es también un
repertorio ético muy poliformo por la observación desprejuiciada y lúdica de
las costumbres judías, de la cocina, la sexualidad, el amor, de la acuciosa
revisión de las formas aglutinantes y al mismo tiempo excéntricas de la
historia, de las formas de intervención de todos los tiempos pasados, presentes
y futuros, incluidos los de la creación, donde Yo, aconseja, interviene y
reactualiza a célebres autores como Cervantes y Shakespeare”.