• Rafael Aviña habla de la labor de un crítico de cine y de su nuevo libro Mex Noir, cine mexicano policiaco
Ciudad de México.- Rafael
Aviña es conductor del programa Maravillas y curiosidades de la Filmoteca de la
UNAM que tendrá su segunda temporada
Un crítico de cine ¿nace o se
hace?, Rafael Aviña quien ha ejercido este oficio durante tres décadas,
atribuye que es la experiencia la que forja esta actividad, pero en definitiva,
el cinéfilo lleva en su ADN esta pasión por el séptimo arte, que en su caso, ha
derivado en varios libros de investigación fílmica.
“No todos los críticos son
cinéfilos. Algunos pueden adoptar una posición elitista, en cambio, a un
apasionado del cine le fascinan las películas y en cada una encuentra algo de
qué hablar, ya sea una de horror gringa o una de arte”, expresó el escritor
quien reconoció que con el avance de la tecnología dicho oficio ha proliferado
con los blogs, pero no todas las voces tienen la credibilidad ganada por
algunos de sus colegas como Jorge Ayala Blanco, entre otros.
En entrevista con Organización
Editorial Mexicana (OEM), el creador de libros como Aquí esta su Pachucote...
¡Noooo!, biografía narrativa de Germán Valdés, a pregunta expresa, aclaró que
un crítico de cine, no es un cineasta frustrado, “más bien se desempeña como
escritor y ensayista, no obstante existe un rechazo absoluto a la crítica
cinematográfica por parte de esta parte elitista del análisis literario”.
Además, enfatizó Aviña, en
nuestro país, cuesta mucho trabajo levantar la producción de una cinta y por su
parte, también se ha desempeñado como guionista, en el largometraje de suspenso
Borrar de la memoria 2010 de Alfredo Gurrola que aborda los hechos del 68.
“Cuando trabaje el guión fue
una experiencia maravillosa, en el momento en que la película entró en la fase
de producción pensé que ahí había acabado mi trabajo, pero tuve la suerte o
mala fortuna de que me invitaran a la filmación y rehacer escenas en la
locación con una laptop escribiendo por petición del director. Como guionista
eres parte de un proceso, realizar una película es un trabajo en equipo”.
En cuanto a su nuevo libro Mex
noir cine policiaco mexicano, editado por la Cineteca Nacional, el cual ya se
encuentra en su librería, se trata de una revisión “de un género prácticamente
clandestino, que se puso de moda en los últimos 10 años”, destaca el
entrevistado.
Abunda que antaño, a este
género “de bajo presupuesto no le hacían caso porque que no tenía el prestigio
de otras películas del llamado Cine de Oro y hablaba de los bajos fondos de la
ciudad, de los ambientes criminales y policiacos; una serie de situaciones como
crímenes, prostitución y bajas pasiones.
“Si uno revisa las páginas de
hace décadas a la fecha, había descuartizados, robos a bancos, eran temas que a
la gente no le gustaba, es como ahora, muchas personas prefieren la comedia”,
indicó Aviña y agregó que la publicación aborda películas notables Cuatro
contra el mundo”, La diosa arrodillada, En la palma de tu mano, en un periodo
entre el siglo pasado como La banda del automóvil gris, hasta principios de los
sesentas y se presentará el 28 febrero a las siete de la noche siete en la FIL
de Minería con José Antonio Valdés Peña y Carlos Bonfil como presentadores e
informó el escritor, tiene una invitación para presentarlo en el Museo del
Estanquillo.
Respecto a si el auge de la
novela negra en México, donde refirió Rafael Aviña hay en nuestros país dos
importantes festivales como el de San Luis Potosí y Acapulco e interesantes
exponentes como Antonio Malpica y Bernardo Esquinca entre otros, es material
para el cine, el entrevistado citó el Complot Mongol que ya se filmó y que
sería interesante que algunas de estas novelas se llevaran a la pantalla
grande.
“Creo que si porque es una
renovación de estos ambientes policiacos y sórdidos criminales y de bajas
pasiones porque México lo ha sido así y hay que encontrarle ese lado fascinante
que se presta este tipo de tramas, sin duda los autores mexicanos de este
momento tienen mucho que dar”.
Finalmente, el autor de
Asesinos seriales. De la nota roja a la pantalla grande, expresa que una de las
dedicatorias de su libro es para el fallecido periodista y escritor Sergio
González Rodríguez quien “documentó toda esta obra de jóvenes autores y publicó
libros importantes como Huesos en el desierto y su último, los 43 de Iguala”
que “tristemente ya no lo pudo ver”.