Podría estar terminado en diciembre de 2018, de acuerdo al titular de Sepuim, José Luis Escalera
Fotogalería
La Paz, Baja California Sur.- El titular de la Secretaría de Planeación Urbana, Infraestructura y Movilidad (Sepuim), José Luis Escalera Morfín, informó del inicio de la primera de 3 obras de movilidad contempladas para las salidas norte y sur de la ciudad con una inversión total de 40 millones de pesos; se trata del Puente “Cola de la Ballena” que conectará el bulevar Agustín Olachea (“Las Garzas”) con el bulevar Pino Payas.
En este sentido expuso que esta primera obra se trata de la construcción de un puente para evitar que la población que radica al sur de la ciudad y viaja desde el centro haga el cruce vehicular a través de la tienda “Liverpool”, o inclusive en una necesaria vuelta en “u” que se vuelve peligrosa para el conductor al internarse en plena Carretera Transpeninsular.
Expuso que el puente también contará con una vía de acceso desde la continuación de la calle Mariano Abasolo, con la finalidad de que también pueda dar acceso al bulevar Pino Payas, de forma que los 3 carriles formen un “trébol” que desemboque en la vialidad desde Agustín Olachea, Mariano Abasolo y la Carretera al Norte.
“Con esto hacemos una gasa de circulación en circunferencia […] esta obra de movilidad va a ser muy redituable para la población un acceso continuo, más fluido sin tener que enfrentarse hoy en día a este acceso”, expuso a Diario El Independiente Escalera Morfín.
Además dijo que los pilares del puente cuentan con una profundidad de 15 metros, más 3 metros de altura que contarán sobre nivel de la banqueta, en donde se utilizarán materiales “estructuralmente diseñados” para este proceso de colocación y fraguado de cemento.
Refirió que estos recursos fueron asignados desde el gobierno federal al gobierno estatal a través de una mezcla de fondos, no obstante refirió que “sin importar la fuente de financiamiento” este trabajo dará un beneficio sustancial a los paceños.
Las obras podrían ser finalizadas en diciembre de 2018, un plazo conservador tomando en cuenta que buscarán esperar el fraguado natural del cemento en las obras sin acelerar sus procesos.