La película mexicana dirigida por Alonso Ruizpalacios y protagonizada por Gael García Bernal y Leonardo Ortizgris es una de las dos latinoamericanas que compiten por el Oso de Oro
BERLÍN.
La película mexicana Museo, del director Alonso Ruizpalacios, que recrea el robo de valiosas piezas prehispánicas del Museo Nacional de Antropología e Historia de la Ciudad de México en 1985, fue recibida con aplausos por la prensa tras su estreno en el Festival Internacional de Cine de Berlín.
“Es como una metáfora de todo lo mexicano, de lo raro, bizarro (sic), pero fascinante y lleno de energía que puede ser México a la vez”, dijo Ruizpalacios sobre su película, una de las dos latinoamericanas — además de la paraguaya Las herederas—, que compite por el Oso de Oro, y que está basada en el robo que conmocionó a México pocos meses después del devastador terremoto del mismo año. Y no sólo porque desaparecieron del museo más de un centenar de piezas de las salas Maya, Mexica y Oaxaca, sino porque lo perpetraron dos jóvenes estudiantes de veterinaria de 21 años.
Con Leonardo Ortizgris y Gael García Bernal, que apareció por sorpresa hacia el final de la conferencia de prensa, recién bajado del avión y acompañado por el director del festival, Dieter Kosslick, Museo se transforma en una road movie sobre dos jóvenes que protagonizaron este histórico robo, cuyas motivaciones nunca terminaron de quedar claras.
“Las películas se dividen en las que muestran la alegría de vivir y las que muestran la agonía de vivir. A mí me interesan las historias que celebran la parte de México que conozco”, dijo Ruizpalacios, cuya primera película, Güeros, ganó el premio a la mejor ópera prima en el Festival de Berlín de 2014. Por eso, según dijo, disfrutó mostrando parte de ese magnífico museo e incluso lugares como el yacimiento arqueológico de Palenque, en medio de la selva.
“Vengo de una familia de clase media, no de las barriadas más pobres, lo lamento, no es mi culpa”, dijo en tono de broma, en referencia a que muchas veces en el cine, sobre todo en el de Hollywood, México es retratado como un lugar donde sólo imperan el narcotráfico y la violencia.
“Hay muchas cosas lindas también en México; no todo es malo. Es un lugar muy vasto y complejo”, añadió el director, quien confesó estar orgulloso de haber podido mostrar también la grandeza de su país.
“El terremoto nos golpeó profundamente en ese año, pero yo tenía unos seis en ese entonces. Menos aún tenía idea de que habían robado un museo”, confesó Gael.
El actor, quien interpreta a Juan, la mente maestra del espectacular asalto, confesó que tampoco tenía un recuerdo del robo y se enteró de él por primera vez a través de Ruizpalacios.
El director dijo que una de las cosas que agradecía a los familiares de los verdaderos autores del robo, que se llamaban Carlos y Ramón, es que no quisieron tener nada que ver con el filme.
“Primero lo vimos como un obstáculo, pero al final fue un regalo”, comentó.
¿Por qué un chico de clase media como Juan (García Bernal), hijo de un médico, sin ningún problema económico aunque sin mucha idea de qué hacer con su vida, terminó metiéndose a él y a su amigo en semejante problema? La película, a la que no le faltan destellos de humor, no busca encontrar esa respuesta.
“Para mí era importante no tener una respuesta definitiva a por qué lo hizo, quién lo sabe”, apuntó Ruizpalacios.
“La realidad es que nunca sabes por qué la gente hace las cosas. Es frustrante para México no tener la respuesta a esto, pero hay que aprender a vivir con no saber algunas cosas”, añadió el director de Museo, cuyo elenco completan el chileno Alfredo Castro, como el padre de Juan, y la argentina Leticia Brédice, con un pequeño papel como bailarina erótica.
La segunda película a concurso fue Touch me Not, de la directora rumana experimental Adina Pintilie, una exploración de la intimidad y la sexualidad que fue considerada por algunos críticos como la más radical hasta ahora de la competencia.