Su peculiar forma de cantar, su irreverente estilo de vida y su muerte a temprana edad convirtieron a Janis Joplin, quien hoy cumpliría 70 años, en una influencia musical
CIUDAD DE MÉXICO.
Estandarte de la cultura hippie, reflejo de aquellas mujeres que querían hacer otra cosa aparte de ser amas de casa, compositora, cantante, amante de la experimentación con drogas y alcohol, liberada sexual y espiritualmente, y miembro del club de los 27 son sólo algunas cosas que describen a Janis Joplin, pero sin duda su voz, la potencia y dolor con la que cantaba, fue lo que hizo que dejara una marca en la cultura popular.
Figuras de la música como Alanis Morissette, Bonnie Rait, P!nk y Florence Welch han aceptado que la originaria de Port Arthur, Texas, quien hoy celebraría su 75 cumpleaños, ha sido una de sus más grandes influencias en su vida personal y profesional.
“Aprendí de Janis y de una antología de cantantes femeninas de blues. Janis era un personaje fascinante que cerró la brecha entre el blues sicodélico y la escena soul. Era tan vulnerable, consciente de sí misma y tan llena de sufrimiento. En el escenario se rasgaba, ahí era completamente diferente, era desenfrenada, libre, cruda y no tenía miedo a aullar, a gemir.
“Su conexión con el público era realmente algo muy importante, creo que la intensidad de sus presentaciones y su sufrimiento interno iban de la mano; siempre había una sensación de nostalgia, de estar buscando algo. Pienso que ella resume la idea de que el alma se trata de poner el dolor en algo y transformarlo en algo hermoso”, dijo Florence Welch según el libro Why Music Matters en 2013.
Pocos años después de su muerte, el 4 de octubre de 1970, la revista Rolling Stone la situó como una de las figuras más importantes del movimiento cultural de los años 60... directamente detrás de Bob Dylan.
“Joplin pertenece a ese selecto grupo de figuras de la cultura pop que tienen tanta importancia por su música como por ellas mismas. Entre los rockeros americanos ella estaba sólo por debajo de Bob Dylan, en cuanto a la importancia como creadora y encarnación de la mitología de su generación”, escribió la periodista musical Ellen Wills para la publicación, texto que fue replicado en la inducción póstuma de la cantante al Salón de la Fama del Rock and Roll, en 1995.
Janis: Little Girl Blue, el documental realizado por la cineasta Amy Berg y que se estrenó en 2015 en el Festival de Cine de Toronto, muestra, a través de la narración de Cat Power y una serie de cartas escritas por la cantante a familiares, amigos y colaboradores, la evolución de Joplin como artista, su llegada al estrellato, sus excesos y su trágica muerte ocasionada por una sobredosis de heroína en 1970.
“Su final es tan trágico. Finalmente había encontrado el equilibrio entre la creatividad y la vida personal”, señaló Berg en una entrevista durante el estreno del documental, agregando que fue justo en 1970 cuando Janis había grabado sus mejores temas y mantenía una relación estable.
“Su blues y rock puro fueron la banda sonora del verano del amor de San Francisco”, señaló The Guardian en referencia al documental.
Nacida el 19 de enero de 1943 en Port Arthur, Texas, la autonombrada como La bruja cósmica, vivió una infancia normal que cualquier niña de clase media tendría en ese sitio, donde la apariencia siempre ha sido un factor importante para la aceptación. Joplin, siendo una adolescente llenita y con barritos, decidió protegerse a sí misma y se refugió en la lectura, la poesía y la pintura, pero fueron las voces de Bessie Smith, Odetta, Etta James, Aretha Franklin y Otis Redding las que hechizaron a la entonces jovencita que supo que en la música estaba su lugar.
Cuando Joplin cumplió 18 años, en 1961, se mudó a Los Ángeles, California, a cumplir su sueño de convertirse en cantante. Fue en esa ciudad donde se convirtió en la voz de la banda Big Brother and The Holding Company, con la que debutó en grande en el Monterey Pop Festival de 1967, magnificando esa actuación dos años después durante el Festival de Woodstock.
“De pronto, alguien me presentó a esta banda de rock and roll y decidí que era lo mío. No quería volver a hacer nada diferente”, contó en una entrevista cuando ya era una figura de la música, cuando ya se había separado de la banda con la que grabó dos discos y llevaba su carrera en solitario hacia buen puerto, sin embargo, su vida personal estaba en una espiral de excesos y experimentación que eventualmente la llevaron a la muerte a los 27 años, uniéndose al Club de los 27, a lado de Jimmy Hendrix, Brian Jones y Jim Morrison.
“Prefiero tener diez años de superhypermost que cumplir 70 y estar sentada en un maldito sillón delante de la televisión”, es una de las frases más famosas de Joplin y que describía la idea que tenía sobre cómo llevar su vida.
Durante los años que duró su carrera, la también conocida como La dama blanca del blues grabó cuatro discos, dos con la Big Brother and the Holding Company y dos con otras dos bandas que fueron lanzados como álbumes en solitario, siendo Pearl, de 1971, el álbum que al salir de manera póstuma, alcanzó el número uno de las listas de popularidad. Desde entonces Janis Joplin es una de las artistas que más discos han vendido, alcanzando más de 15 millones de discos sólo en Estados Unidos.