En contraste, el director del Centro de Psicoterapia Cognitiva de Cancún señaló que es más válido trabajar sobre quienes pueden ser tratables, pues señaló que muchas de estas personas ya no pueden rehabilitarse
La Paz, Baja California Sur.- Como parte de su viaje de trabajo en la media península, el director del Centro de Psicoterapia Cognitiva de Cancún, Ari Ben Ortega aseguró que muchas de las personas violentas tienden a presentar sintomatologías tratables bajo terapia y que por ende, pueden volver a integrarse a la sociedad, toda vez que se utilicen las herramientas precisas en materia de psicología.
Frente a la violencia que se vive actualmente en Baja California Sur (BCS) el especialista explicó que por prioridad, la prevención del crimen es el mejor camino, recalcando que si las inversiones gubernamentales estuvieran destinadas en porcentajes considerables para la prevención, en lugar de todo a la seguridad, existiría otro contexto "no es solo una idea, está investigado y funciona", dijo a Diario El Independiente.
Durante la entrevista que proporcionó a este matutino, Ari Ortega señaló que en víctimas, la terapia cognitiva conductual es la mejor, pues ayuda a que el paciente se vuelva su propio terapeuta y es sumamente recomendable, pero del lado del victimario, "puede sonar un poco crudo, pero hay gente rehabilitable y no rehabilitable".
"Hay terapias para no reincidir en actos de violencia [...] hay que ser muy específicos y gastar recursos en los victimarios que sí tienen remedio, puede ser radical, pero lo que nos muestra la investigación es que no hay tratamiento para los que no son tratables, no cambian, y en general, quienes presentan cuadros de Trastorno Antisocial y más un cuadro psicopático, no pueden ser reivindicados y al día de hoy, nos gana la ciencia", aseguró el presidente del centro.
De esta forma, explicó que existen trastornos como la depresión, anorexia, estrés, todos tratables, pero existe un trastorno de personalidad antisocial, siendo que la gente que cumple con este diagnóstico, puede ser manejada pero no curable, pues recalcó que la psicología tiene limitantes al igual que la medicina convencional.
"Comienza en la niñez y la adolescencia, no te da en la edad adulta, y los detonantes que lo hacen manifestarse son la desintegración familiar por ejemplo, necesidades insatisfechas y otras más, y que muchas veces se replantea con el entorno en el que se encuentran, así como condiciones sociales" dijo el especialista
"Los niños no se deprimen, se enojan, si hay rechazo de los padres, críticas, abandono, existe este detonante, podemos hablar de casos plenamente genéticos, pero estos entornos si favorecen a ciertos aprendizajes poco favorables [...] la mayoría crecemos en este tipo de entorno como en BCS y no te determina, ósea que no te hace violento, hay personas que están "al límite" y el entorno favorece a que se presenten los trastornos y por ende la violencia" subrayó Ari Ortega
De igual manera, especificó que el fracaso académico es también un primer predictor, lo que lleva a buscar actividades inadecuadas como las pandillas, las drogas y luego agresiones, por lo que expresó que existen estrategias que permiten abordar a los jóvenes sobre esta línea antes de que continúe, pudiendo "rescatar a los rescatables", finalizó.