Mirar al futuro no significa desdeñar el pasado. El CES 2018 abrió sus puertas este martes con un claro mensaje de que el mundo avanza hacia una vida de interconectividad total, pero donde cabe también un poco de nostalgia
LAS VEGAS.
Mirar al futuro no significa desdeñar el pasado. El CES 2018 abrió sus puertas este martes con un claro mensaje de que el mundo avanza hacia una vida de interconectividad total, pero donde cabe también un poco de nostalgia.
Llaman la atención dos emblemas legendarios de la fotografía que ocupan sendos espacios en el salón central del Centro de Convenciones de Las Vegas. Apenas separados por unos metros, Kodak y Polaroid aspiran a encontrar su lugar en una era de imágenes digitales instantáneas que poco recurren al papel.
La empresa fundada por George Eastman en 1882 exhibe la cámara Printomatic, que imprime al instante, y que se puede acompañar por un kit llamado Photo Creatives, que consta de tijeras, marcos decorativos, cintas de colores y plumones para dibujar efectos visuales y letreros como hacen algunas apps en las fotos digitales. Una curiosidad si consideramos que es la misma firma que esta semana anunció el lanzamiento de su propia criptomoneda, la KodakCoin, una avanzada estrategia para que fotógrafos protejan sus derechos autorales.
Polaroid tampoco se niega a las tendencias actuales y cuenta en su stand con impresoras 3D, pero buena parte de su atractivo lo centra en la serie Originals y la cámara One Step 2, que rinde homenaje a la original de 1977 imprimiendo instantáneas con estilo vintage en su habitual marco blanco.
Y si la fotografía se niega a dejar de ser lo que es, la música no se queda atrás. El stand de Crosley muestra una serie de tornamesas para discos de vinyl que simulan maletas o cajas de radio antigua, y rocolas al más puro old style. Una que llama la atención por su diseño es la dedicada al álbum Sargento Pimienta de Los Beatles.
En realidad, no se trata de una tendencia aislada. Los tornamesas forman parte de la oferta de productos que anunció la casi centenaria firma japonesa Panasonic durante su conferencia del lunes.
Una intensa –y según me cuentan, bastante atípica– lluvia dificultó los traslados el martes a las distintas sedes de la CES, tanto por el tráfico intenso como por lo resbaladizas que se tornaron las calles. Pero fue aún peor: dañó un transformador de la ciudad y esto provocó el apagón de un par de horas que afectó ayer al Centro de Convenciones, según nos explicó ayer Gary Shapiro, director de la Consumer Technology Association, durante una reunión con periodistas de varios países.