Inicio esta columna diciendo a Usted; la sociedad sudcaliforniana, como en todo el país, ha venido adquiriendo una clara conciencia del poder de su decisión, de la importancia que reviste otorgar su voto a favor de algún candidato o partido en particular, el próximo primero de julio del presente año. La ciudadanía ha privilegiado a los procesos electorales como instrumentos fundamentales de legalidad e institucionalidad para producir cambios en el poder público de manera pacífica y ordenada, así como, fuente de legitimidad de los gobiernos y poderes constituidos.

Los partidos PAN y MORENA, congruentes con su tradición democrática y de legalidad, participan con civilidad y respeto a la Ley. En consecuencia deben de demandar del gobierno federal, imparcialidad y firmeza en la aplicación de la Ley, sin ventajas para nadie, sin abusos ni arbitrariedades. De igual forma, exigir de los órganos electorales, transparencia, confiabilidad, limpieza y certeza en las elecciones del 2018, a fin de que la voluntad popular, y solo ella determine el resultado de los comicios. En la actualidad prevalecen condiciones de una autentica y positiva competencia de partido como; PRI, PAN Y MORENA, en la que se perciben márgenes de victoria reducidos, lo que hará más contingente el resultado de las elecciones.

Sin embargo, existe una confluencia de factores que permiten vislumbrar la posibilidad de lograr una alternancia efectiva en el poder. El partido gobernante sabe que nada le garantiza su permanencia en el poder, por la incoherencia, la falta de cumplimento de sus promesas de campaña y por la incapacidad demostrada en el ejercicio de gobierno. De acuerdo a las encuestas ciudadanas de opinión, los temas de mayor relevancia para la sociedad son; la economía, la inseguridad, altas tarifas en la energía eléctrica, aumento de los combustibles y elevados precios del gas doméstico.

Ahora bien; en este momento en que los partidos políticos establezcan como obligación fundamental de sus integrantes cualquiera que sea el carácter que tengan, militantes, simpatizantes, dirigentes o funcionarios, ajustar su actuar al principio de que la política es una actividad que debe  estar presidida por la “ETICA”, y que es inaceptable la vieja idea del divorcio completo entre la política y la ética, definida por “Maquiavelo”. Deben regirse por el principio de que la naturaleza humana, en conducta de la misma sociedad y sobre todo la conducción del Estado, debe tener a la ética como parte de su estructura más íntima, para que pueda realizar a la perfección su propósito de búsqueda de la justicia social para todos los mexicanos.

Actualmente los partidos deberían integrar  un cuerpo legal que trascienda a la normatividad pura de las conductas correctas, y que transformando en disposiciones jurídicas principios de moralidad, construyan un auténtico código de ética.  Aun cuando se cometan errores, faltas y delitos cometidos por los hombres, no deben afectar a las  instituciones; estas en cambio sí deben tratar que los hombres que la componen no incurran en actos que constituyan vicios reprobables y vulneren los principios de la ética. Para volver a otorgarles credibilidad y confianza a los partidos políticos, la sociedad le exige justificar las acciones de sus miembros, sancionar a quienes han estado contra las más elementales reglas de la ética y la convivencia social. Los mexicanos requieren partidos que prevengan cualquier acto de corrupción y que sancione a quien lo cometa, pero sobre todo, sus funcionarios y servidores públicos sean leales a los principios, firmes en sus convicciones ideológicas y respetuosos de la moral pública, solo así la ciudadanía brindara su apoyo y su voto a los partidos políticos.

Por todo lo anterior, un segmento de la sociedad del municipio de La Paz, según sus opiniones, dan por un hecho la probable candidatura, como sucesor al actual alcalde de La Paz, LIC. ARMANDO MARTINEZ VEGA, DIP. MARCO ANTONIO ALMENDARIZ PUPPO, por Acción Nacional, LIC. JOSE HEVIA AGUIAR, por el PRI, y LIC. RUBEN MUÑOZ ALVAREZ, por MORENA. ¡pronto lo sabremos!!!! Se conjugan perfil, experiencia, probidad, honradez, seriedad, ética profesional y responsabilidad, sobre la política actual, en los tres pretensos.