· “La mesa herida” fue vista por última vez en 1954, y sigue siendo un misterio su paradero
Ciudad de México.- El cuadro
“La Mesa Herida” es la obra más grande que produjo Frida Kahlo y también su
pieza más buscada en la actualidad, afirmó la investigadora del Instituto
Iberoamericano de Berlín, Helga Prignitz.
Al dictar la conferencia “La
Mesa Herida, de Frida Kahlo”, en el Instituto de Investigaciones Estéticas de
la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Prignitz, quien es
considerada la más importante especialista a nivel internacional de la vida y
obra de la pintora mexicana, recordó que se envió esta pintura a la antigua
URSS como “un regalo muestra de amistad”. Pero fue calificada por estructuras
del gobierno soviético como ejemplo “de un arte formalista burgués decadente”,
al igual que las obras de otros 19 artistas mexicanos, como Raúl Anguiano, Luis
Arenal, Olga Acosta y José Chávez Morado, entre otros, subrayó.
Prignitz compartió los
hallazgos que sobre esta pintura —al óleo sobre madera, que medía un metro con
21 centímetros por dos metros 24
centímetros, y que fue vista por última vez en 1954— han hecho ella y una
colega rusa, al revisar diversos archivos en México, Rusia y Polonia, y que
reúne en su libro “Hidden Frida Kahlo, the lost, destroyed or little known
works”.
La obra, añadió en un
comunicado de la UNAM, fue exhibida por primera vez en 1940, en una muestra
internacional del surrealismo, en donde obtuvo pocas notas positivas, pues se
le calificó “como una pintura de horror pesadillezco”, “una forma de
autosuplicio” de la artista. Frida aparecía sentada a la mesa con vestido de
tehuana. Los pies de la mesa eran humanos y en cuatro puntos había vulvas
sangrando, lo que recuerda los abortos que tuvo la artista, así como algunos
abusos que sufrió. Junto a ella pintó a sus sobrinos y a invitados siniestros:
el Judas de Semana Santa y una imagen relacionada con el suicidio. Frida
portaba joyas de verdad, entre ellas, un collar real con cuentas de jade.
Este cuadro, prosiguió
Prignitz, se exhibió sin conocimiento de Kahlo en el MoMA (Museum of Modern
Art) y luego regresó a la Casa Azul. Después de varios años, fue enviado a la
URSS para que formara parte de la colección del Museo de Arte Occidental en
Moscú, pero al llegar —junto con otras piezas de grabadores mexicanos—, este
museo se encontraba cerrado por considerarse “un invernadero de servilismo a la
cultura burguesa decadente”, indicó. Dijo que las obras del Museo de Arte
Occidental en Moscú fueron enviadas a dos recintos.
En 1952 la embajada de México
solicitó que “La Mesa Herida” fuera prestada para que formara parte de una
exhibición de bellas artes mexicanas en París, pero finalmente se desistió de
integrarla porque el transporte era muy costoso. En 1954, después de la muerte
de Kahlo, Diego Rivera la solicitó nuevamente para exhibirla en Polonia, el
lugar donde se le vio por última vez. En el catálogo de esa exposición se
observa a la pintura ya sin el collar de cuentas de jade. “El Museo Pushkin ha
negado varias veces tener la pintura, no sabemos si de Polonia fue devuelta a
Moscú… es un misterio”, añadió Prignitz, quien resaltó que la obra es buscada
por destacados historiadores de arte mexicano, entre ellos Raúl Cano Monroy,
quien prometió buscarla durante los próximos cinco años.