• Sin cantar aún en el palacio de mármol, el tenor mexicano de 24 años ya debutó en la Staatsoper de Berlín
CIUDAD DE MÉXICO.- La voz de
otro tenor mexicano ya se escucha en las salas de concierto de Europa. Su
nombre es Andrés Moreno García (Nuevo León, 1993), quien no ha debutado en el
Palacio de Bellas Artes de México, pero ya audicionó ante Daniel Barenboim en
el Carnegie Hall, debutó en la Staatsoper de Berlín, acompañado por la soprano
rumana Angela Gheorghiu y el tenor polaco Piotr Beczala, en el mismo escenario
donde ya triunfaron Ramón Vargas y Alfredo Daza.
En entrevista, el tenor habló
sobre su trabajo en Estados Unidos, los roles que le apasionan, sus primeros
pasos en el viejo continente con su próxima aparición en óperas como Ariadna en
Naxos, La coronación de Popea y Juana de Arco, su opinión sobre la ópera en
México, y comparte su mayor certeza: “Mi meta es quedarme en Europa el mayor
tiempo posible... y tocar el alma de las personas con la música”.
De momento el intérprete
aguarda su actuación como Gastón en La Traviata, programada para el domingo 28
de enero, en la Staatsoper de Berlín, con reposición los días 4, 7, 10 y 17 de
febrero; su actuación al lado de la soprano María Katzarava y el barítono
Alfredo Daza en la ópera Juana de Arco, programada para el 5 de marzo; y
explicó que su contrato en este escenario será por los próximos dos años.
Tengo un contrato por dos
años, así que mi última temporada dentro del programa de jóvenes será la de
2018-2019. Sin embargo, aquí hay algunos directores y personas involucradas en
el medio de la ópera que están interesados en mi trabajo; ya veremos lo que nos
depara el futuro. Por ahora, mi meta es quedarme en Europa y continuar el
camino como lo hicieron Ramón Vargas y Alfredo Daza”, dijo.
De momento estoy aquí y ya me
tocó cantar el Parpignol con Angela Gheorghiu, Piotr Beczala y en una función
con Ramón Vargas. Después cantaré el Gastone en La Traviata, el oficial en
Ariadna en Naxos, uno de los judíos en Salomé, el Soldado y Tribunal en La
coronación de Popea y haré mi debut esta temporada en el Concert House de
Berlín, cantando el papel de Delil en Juana de Arco de Giuseppe Verdi, donde
también estarán la soprano María Katzarava y el barítono Alfredo Daza,
programado para el 5 de marzo; y para junio tendré listo el Belmonte de El
Rapto del Serrallo”, detalló.
¿Cómo definirías tu voz?, se
le preguntó al tenor. “Me considero un tenor lírico. Quizá por mi juventud la
voz podría ir hacia un repertorio diferente, pero hasta el momento he cantado
desde un Rodolfo y un Alfredo hasta Ferrando en Mozart. Actualmente trabajo
muchísimo en Mozart porque es como medicina para la voz. Y aunque no diría que
soy un tenor mozartiano, sí soy un tenor lírico con amplitud”.
¿Cuándo te mudaste a Berlín?
En septiembre del año pasado. Luego vino mi debut en la Staatsoper el 22 de
diciembre. Además, por parte de esta casa de ópera me enviaron a cantar en la
Ópera Nacional de Georgia, en Tbilisi, aunque en realidad estos meses han sido
de preparación”.
¿Cuánto tiempo estarás en la
Staatsoper? “Tengo un contrato por dos años en el Staatsoper Unter den Linden,
hasta la temporada 2018-2019, como parte del programa de jóvenes. Sin embargo,
aquí hay muchos directores y personas involucradas en el medio que están
interesadas en mi trabajo y entonces veremos qué nos depara el futuro. Por
ahora, mi meta es quedarme en Europa y continuar el camino que antes hicieron
Ramón Vargas y Alfredo Daza, entre otros”.
¿Podrías hablar sobre tu
audición con Daniel Barenboim? “Fue una audición a puerta cerrada donde
estuvieron Barenboim y el director del Carnegie Hall. Después de cantar tuvimos
una pequeña charla donde hablamos sobre Donald Trump y el tema del muro. Él
sabía que soy mexicano, platicamos sobe eso y coincidimos en que la música
puede liberar este tipo de cosas, y aunque no puede arreglar políticamente la
situación, la música es un gran remedio para tocar almas. Yo también quiero
tocar el alma de las personas y tratar de hacer que el mundo sea mejor; ya sé
que la música no resuelve los problemas de dinero, pero sí puede crear un
momento agradable o tocar las almas de las personas”.
MÉXICO, SIN APOYO
Para Moreno García, en México
no existe suficiente apoyo para que el crecimiento de los cantantes, por lo que
muchos artistas optan por quedarse en nuestro país, para hacer una carrera...
en cierto modo con un mercado muy limitado. “Sin embargo, considero que el
gobierno debe mirar esta situación, apoyar el talento y conseguir que el mundo
voltee la mirada a México como un país talentoso”.
¿Cual fue tu camino? “Un
camino muy difícil, a base de esfuerzo y trabajo. Ya sabemos que no hay apoyo
económico, pero he trabajando muy duro y, con el apoyo de mi familia, pude ir
en ascenso. Uno tiene que moverse y crear sus propias oportunidades. Te voy a
dar un ejemplo: en el último año hice más de 40 audiciones... y ese es el pan
de cada día del cantante”.
Moreno García empezó sus
estudios como tenor en la Escuela Superior de Música de Monterrey, donde
permaneció tres años. En 2012 se mudó a Estados Unidos para estudiar en la
Universidad de Hartford en Connecticut, Estados Unidos.
Su debut profesional fue con
el papel de Rinuccio, en Gianni Schicchi, con el Opera Connecticut. Más tarde
actuó como Beppe en Pagliacci, y le siguieron roles como: Tamino en La flauta
mágica; y Ferrando en Così fan tutte, en la Universidad de Yale -donde hizo su
maestría-; Rodríguez en Don Quijote de Massenet; y Flute en El sueño de una
noche de verano de Benjamin Britten.
Moreno García también cantó el
papel de Rodolfo en La Boheme, en el Festival Musica è Musica de Itaila; así
como la Novena Sinfonía de Beethoven, y obtuvo premios en el Metropolitan Opera
y otras competencias en NY, como el Giulio Gari Competition y el Opera Index
Vocal Competition. También triunfó en la Competencia Amici, obtuvo el Premio de
Ingreso Profesional Phyllis Curtin en la Ópera de Yale; y la revelación juvenil
en la Ópera San Miguel de Allende.