· La justicia argentina ordenó el procesamiento, desafuero y prisión de la expresidenta por supuesto encubrimiento de un atentado antisemita · Orden de detención es un exceso, asegura Cristina Fernández
La justicia argentina ordenó
el jueves el procesamiento, desafuero y prisión de la expresidenta Cristina
Fernández por supuesto encubrimiento de un atentado
antisemita, en una causa que además llevó a la detención de dos
importantes aliados políticos de la exmandataria, reportó la agencia oficial
Télam.
El reporte añadió que el juez
federal Claudio Bonadio pidió además el procesamiento del
excanciller Héctor Timerman en la misma causa, aunque con
prisión preventiva domiciliaria dado su complicado estado de salud.
Argentina acusó a Irán de
ataques antisemitas perpetrados en 1992 y 1994, pero las pesquisas estaban
estancadas tras años de investigaciones.
La asociación
argentina-israelí AMIA de Buenos Aires sufrió un atentado que arrojó 85 fallecidos en 1994.
En 1992, hubo un ataque a la embajada de Israel en Argentina, donde perecieron 22 personas.
El jueves por la madrugada, el
exsecretario del área legal y técnica del Gobierno de Fernández y candidato a
vicepresidente en las últimas elecciones presidenciales, Carlos Zannini, fue
arrestado en la ciudad de Río Gallegos, en la patagónica provincia de Santa
Cruz.
Casi al mismo tiempo, el
dirigente político Luis D'Elia fue detenido en el Gran Buenos Aires, ambos por la misma causa.
Otros exfuncionarios de la
administración de Fernández, quien gobernó Argentina en dos mandatos
consecutivos, desde 2007 al 2015, están siendo investigados o han sido
detenidos por la justicia.
Fernández recientemente fue
electa senadora nacional.
·
Cristina
Fernández asegura que esto es un abuso
Cristina Fernández,
expresidenta argentina y senadora, se definió como víctima de
una persecución y catalogó como un exceso y violación del Estado de derecho que
un juez la procesara con prisión preventiva por presuntamente encubrir a los
iraníes acusados del ataque a una mutual judía en 1994
Estas medidas degradan aún más
a la justicia argentina y señalan al Gobierno y al presidente Mauricio Macri
como el máximo y verdadero responsable de una organización política y judicial
para perseguir a la oposición", expresó la exmandataria en una rueda de
prensa en el Congreso junto a diputados y senadores de su sector.
El juez Claudio Bonadio
procesó y ordenó hoy detener a Fernández, entre otros exmiembros de su Gobierno
por los presuntos delitos de traición a la patria y encubrimiento agravado y
pidió al Senado que le despoje de la inmunidad de arresto, al considerar que
puede entorpecer la investigación.
En la causa, que fue abierta
tras la denuncia que el fiscal Alberto Nisman realizó en enero de 2015 contra
ella días antes de aparecer muerto en extrañas circunstancias, se investiga si
un acuerdo suscrito entre Argentina e Irán en 2013 buscaba encubrir, a cambio
de impulsar la relación comercial bilateral, a los imputados iraníes del
atentado a la mutual AMIA, que dejó 85 muertos y sigue impune.
Lo que realmente se acordó
para el memorándum (con Irán) fue lograr que quienes estaban acusados de haber
participado en el atentado se les pudiera tomar declaraciones
indagatorias", destacó Fernández, quien añadió que la causa por el ataque
estaba totalmente paralizada porque Irán no extraditaba a los acusados.
En realidad lo que hicimos,
además de favorecer el hecho de que se pudiera tomar declaración a los
acusados, era actuar en el marco del derecho internacional", destacó sobre
el pacto bilateral, que nunca fue ratificado por Irán y, en Argentina, aunque
fue aprobado en el Congreso, fue declarado después inconstitucional.
En este sentido, la
expresidenta remarcó que la firma del convenio se
encuadraba en un acto de política exterior no judiciable que
fue aprobado por el Parlamento.
Es una causa inventada sobre
hechos que no existieron y un juzgamiento de política exterior desde el punto
de vista jurídico. Todo esto que está sucediendo es un despropósito y un
verdadero exceso", aseveró la viuda del también expresidente Néstor
Kirchner, convencida de que la acusación contra ella no tiene bases ni jurídicas
ni institucionales.
En su opinión, estas medidas
buscan provocar daño personal y político a los opositores, a sus trayectorias y
a sus ideas.
No hay causa, no hay delito ni
motivo. Se juzgó y no hay causa. Bonadio lo sabe, el Gobierno lo sabe y el
presidente Macri lo sabe", subrayó.
La expresidenta, que no descartó acudir a tribunales internacionales
para denunciar su situación, criticó que se le acuse de "traición a la
patria" porque a su juicio es un delito que solamente puede producirse si
el país está en guerra.
En este auto de procesamiento
Bonadio sostiene que los dos atentados (contra la AMIA y la embajada de Israel,
dos años antes, que dejó 29 muertos) son actos de guerra, porque es la única
manera que encontró en su mundo jurídico para poder traer de los pelos la
figura", agregó.
Para Fernández, estas
"maniobras" tienen un ánimo de persecución inédita de la
oposición en tiempos democráticos, que tienen a Macri como "director de la orquesta"
y a Bonadio como ejecutor de "la partitura
judicial".