CHIAPAS.

Los indígenas de Chalchihuitán, Chiapas, han dejado de ir a sus cafetales por temor a ser asesinados. La disputa de tierras en la zona limítrofe con Chenalhó se los impide, hay grupos paramilitares. De acuerdo con el párroco de Simojovel el número de personas desplaza se ha elevado a casi seis mil.

"Estamos muy afectados, nuestro alimento se está acabando; prácticamente nadie nos apoya mucho", afirma Juan Girón. "Nosotros aquí sembramos café, pero no nos dejan cortar; si llegamos, nos agarran a balazos y realmente no trabajamos hasta el momento".

La mayor parte de los desplazados están en Chalchihuitán y otro número de personas más en Chenalhó. En la montaña improvisan casas de hule para mitigar el frío.

"Los de Chenalhó nos tienen secuestrados totalmente, los caminos abrieron zanjas, hay partes que bloquearon, pusieron harta piedras y árboles", continúa Juan.

El presidente Municipal de Chalchihuitan ha dejado de operar en la presidencia Municipal, por su parte la alcaldesa de Chenalhó Rosa Pérez Pérez ha prometido desalojar a sus seguidores para bajar la tensión del conflicto; sin embargo, no ha cumplido.

"Antes venían los de Chamula a vender maíz y ahorita, ¿cómo entran? Ya no hay camino, ya no hay forma de que ellos nos vendan el maíz,", asegura María Girón. "Estamos sufriendo… comemos caña, chayotes y calabaza".

El Ejército Mexicano ingresó a la cabecera Municipal de Chalchihuitán con 200 elementos y con ello llevaron brigadas médicas civiles. Protección Civil a su vez ha empezado a distribuir 4 mil paquetes de víveres, 3 mil kits de limpieza, más de 3 mil pañales, toallas femeninas y mil 240 pares de sandalias entre los afectados.

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