El timón del sello Feltrinelli, que ya posee el control de la editorial Anagrama, asegura que defenderá a toda costa su proyecto de expansión; en entrevista con Excélsior también se declara enemigo de Amazon
GUADALAJARA.
Carlo Feltrinelli (Milán, 1962) se autodefine como uno de los últimos mohicanos, un editor temerario, un enemigo de Amazon y promotor del libro que busca nuevas fórmulas para su venta. Un marino que navega en las aguas del mundo editorial en busca de fortalecer el sistema cultural y la renovación de su relación con América Latina.
En entrevista con Excélsior, el director de la reconocida editorial Feltrinelli, que ya posee el control total de Anagrama, habló sobre el futuro del sello fundado por el mítico Jorge Herralde, la manera como ha paliado la crisis, la búsqueda de autores mexicanos, el panorama actual del mercado editorial, el cansancio por el mundo digital, y aclara que defenderá a Feltrinelli y Anagrama bajo una idea: “Patria o muerte”.
“Para mí el año fundamental será 2019, cuando Anagrama cumpla 50 años, porque me gustaría llegar a este cumpleaños tan importante con un programa exitoso y nuevas ideas. Por ahora, estoy trabajando con Herralde, en una relación fantástica, con quien tengo mucha gratitud, confianza y una relación espectacular, y con Silvia Sesé, que es la directora que está trabajando en los nuevos proyectos. Tengo la esperanza de que por el cincuentenario todo estará listo, con ideas, para continuar la vida de un sello tan importante. Seguro será una fiesta en grande”, expresó en el marco de la 31 edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
¿Qué estrategia desarrollará para mejorar las ventas y distribución de Anagrama en América Latina? “Éste es un año de transición, estoy empapándome sobre el mercado en España y América Latina, porque es un terreno muy complicado, con diferencias gigantes entre Argentina, México, Colombia, Chile y Uruguay. Pero es claro que nuestra conexión con Anagrama en América Latina será importantísima. Ahora empezamos a definir una estrategia nueva. Anagrama tiene su peso y su prestigio en América Latina, pero habremos de trabajar en una estrategia exitosa. En este momento es muy difícil abundar en los detalles”.
¿Qué se mejorará? “El contacto con los distribuidores, la relación comercial con librerías... ¡es un mundo! Y como usted sabe, a lo largo del año, Argentina tiene una temporada muy positiva y luego crisis; lo mismo ocurre aquí en México. Sin embargo, América Latina es importante para nosotros, región con la que Feltrinelli ha mantenido una relación fuerte, desde los años 60, dado que publicamos todo el boom latinoamericano.
“No olvide que la primera traducción de Gabriel García Márquez fue al italiano, también de Juan Rulfo, Miguel Ángel Asturias, Juan Carlos Onetti y Carlos Fuentes. Es una relación antigua que debemos renovar. Ademas, en Feltrinelli tenemos muchos autores (latinoamericanos en mente) con un futuro importante, como Juan Gabriel Vásquez, Álvaro Enrigue y Yuri Herrera. Son autores que me gustan muchísimo y que tendrán un gran futuro en el mundo editorial europeo”, añadió.
¿Qué otros autores mexicanos serían de interés para el mercado italiano. “Son muchos nombres, aunque no quiero alimentar la expectativa. Pero será desde Anagrama donde se realice esta búsqueda, con la ayuda de Silvia Sesé, actual directora de Anagrama. Es difícil decirlo ahora, porque la literatura de calidad es un proceso muy lento.
AMAZON, EL ENEMIGO
El mercado editorial en Italia se ha reducido 15% en los últimos diez años, reconoce Carlo Feltrinelli y, para enfrentarlo, ha apostado por nuevas estrategias para enfrentar la crisis de la librería tradicional.
Una de ellas es el concepto de restaurante con librería llamado RED (Read, Eat, Dream) para enfrentar la crisis de la librería tradicional. Otro ejemplo, explica, es un canal de televisión a través del cual se difunden series que nacen a partir de los libros publicados por el sello que encabeza; además de la Escuela Holden, con Alessandro Baricco.
“Ha sido una temporada muy complicada para la editorial. En los últimos diez años años ha pasado un tsunami y hay que imaginar cosas nuevas, hay que hacer nuevos oficios para mantener un papel importante”, expresó Feltrinelli, autor de Senior Service, donde cuenta la vida de su padre, Giangiacomo Feltrinelli, fundador del Grupo Feltrinelli. ¿Ha cambiado la forma de comercializar el libro? “Ya no basta publicar un libro. Hay que hacer otras muchas cosas, como tener relaciones con el mundo de la red, la venta online y la producción de series televisivas. Tenemos que colaborar con este nuevo ecosistema, porque el viejo ya se terminó. Es difícil, pero hay que ser temerario hoy”.
¿Cómo ha reaccionado el libro digital tras una década del boom? “Bueno, en 2007 empezó la historia del e-book para sustituir el libro. Pero una década después, ese índice está disminuyendo en EU y en Italia, donde las ventas alcanzan 5% de las ventas, un poco más en Francia y Alemania, pero yo creo que la gente está volviendo al libro de papel”.
¿A qué se debe esta nueva tendencia? “Debido al cansancio digital, ya que no puedes estar todo el tiempo frente a la pantalla. Es un mercado que se ha reducido. Además, yo creo que leer un libro es un acto revolucionario frente a ese mundo lleno de ruido e híper conectado las 24 horas del día. En ese sentido, hay que reñir a la crisis inventando cosas nuevas”.
¿Existe riesgo de que ambas editoriales sean adquiridas por los grandes grupos? “No, yo estoy muy concentrado. ¡Patria o muerte sobre mi proyecto! Creo mucho en esta editorial porque (su trabajo) aporta proteínas nobles al sistema cultural y quiero continuar con todo mi entusiasmo”.
¿Es Amazon el enemigo? “Sí, bastante”.
¿Cuantos títulos editan Feltrinelli y Anagrama? “Anagrama publica entre 80 y 100 títulos cada año, mientras que nosotros publicamos entre 120 y 130 al año”.
¿Contempla algún cambio en el diseño de Anagrama para celebrar sus 50 años? “Será una gran celebración, pero, más allá de eso, Anagrama continuará con los mismos elementos, pero si en algún momento se puede modernizar algo, lo haremos. Sin embargo, no vamos a convertir a Anagrama en Feltrinelli desde el punto de vista gráfico”, concluyó.