Lo derecho, es lo decente
Lo derecho, es lo decente
Gracias, muchas gracias
estimable lector por preferir nuestro periódico El Independiente, finalizaremos
el año 2017, hablando de política, iniciaremos el 2018 continuando con lo
mismo, política…política y más política, y que toda su familia pase una Feliz
Navidad, son mis mejores deseos.
Inicio esta columna escribiendo
a ustedes; para millones de jóvenes entre los llamados NINi’s, “Ni estudio, Ni
trabajo”, su vida ha transcurrido en un contexto de recurrente crisis económica
y sus consecuentes impactos sociales; peor aún, viven sus efectos sin entender
sus causas.
Los jóvenes de hoy no
conocieron la Revolución, ni la Constitución del Nuevo País, ni el llamado
milagro mexicano. Nacieron y han crecido en la agudización de la desigualdad,
la discriminación y el deterioro de los niveles de vida; sin embargo, conocen
el despliegue mundial de la técnica y el progreso, y no aceptan que las grandes
posibilidades del mundo moderno le sean ajenas. Su vocación es de superación y
progreso, pero requieren de las condiciones propicias y los instrumentos para
lograrlo, por lo que están empezados en el próximo proceso electoral 2018.
Los problemas que enfrentan
los jóvenes están en función de las características propias delos grupos
sociales a los cuales pertenecen. En el medio rural, la falta de oportunidades
los hace migrar fuera de sus comunidades de origen y encarar situaciones de
incertidumbre que generan frustración y desesperanza. En el medio urbano, los
jóvenes están expuestos a altos riesgos: la delincuencia, la violencia, el
crimen, el alcoholismo, la drogadicción y las enfermedades de transmisión
sexual, entre la que destaca el SIDA.
Las demandas de los jóvenes
son por una educación de calidad, que les otorgue oportunidades de empleo,
espacios para participación en los problemas de su comunidad y una sana recreación deportiva y cultural para
mejorar su calidad de vida y disminuir situaciones de riesgo; negarles a los
jóvenes estas oportunidades equivaldría a lastimar al país. La juventud esta
lista para generar sus propias condiciones.
El próximo año 2018 se
requiere elegir un presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos;
que conlleve a una mayor participación y representación de los intereses de las
y los jóvenes, además contribuya a generar soluciones a sus problemas de manera
corresponsable, a promover una educación de calidad y oportunidades de empleo
que los haga promotores activos de desarrollo, y reconocer el papel fundamental
que tienen en la constitución del “México Mas Justo”, democrático y grande que
queremos como mexicanos que somos. El futuro Presidente del México 2018, tendrá
que impulsar la capacitación de la población joven para el trabajo y reforzar la calidad en la
educación superior, media superior y técnica, igual que su vinculación con el
mercado laboral, para asegurar el derecho de las y los jóvenes, a un empleo que
les permita vivir un presente con todas la posibilidades y oportunidades, en
que ellos mismos puedan decidir su futuro. Además que ningún joven que teniendo
talento, vocación y méritos, quede sin acceso a las instituciones de educación
superior o tecnológica, independientemente de su condición política y
económica.
Los jóvenes se pronunciaran en el próximo
proceso electoral, por un presidente con visión moderna y una alta capacidad
política profesional, candidatos experimentados, jóvenes confiables,
innovadores y capaces, realistas, viables y competitivos, porque solo así,
tienen esperanzas y podrán enfrentar el futuro con mayor certidumbre, claridad
y con la firme idea de que, si saben a
dónde van, en una palabra, se trata de hacer política