Inicio esta columna diciendo a Usted que muchas mujeres cuando intentan adelgazar, lo primero que hacen es negarle a la boca los más elementales alimentos, creen que con este simple método van a alcanzar el fin deseado y lo que realmente logran es pasar hambre, debilitarse y jugar con la salud.

En efecto, las dietas adelgazantes preparadas sin ninguna base científica generalmente niegan al organismo ciertos factores esenciales cuya falta disminuye la resistencia del cuerpo frente a las enfermedades, determina la aparición de desarreglos del corazón, trastornos de la vista, enfermedades de la piel y otras alteraciones de la salud, que atentan contra la belleza femenina. La falta de estos factores nutritivos incluso puede desencadenar trastornos en el equilibrio mental de la mujer. Los experimentos de laboratorio demuestran existencia de una íntima correlación entre la composición química de la sangre depende en gran parte de la composición química de la alimentación. Por lo tanto para conservar la salud- quiera, o no se quiera adelgazar- es necesario ingerir diariamente los elementos esenciales.

Ahora bien; estos elementos pueden dividirse en cinco grupos; proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas y minerales, todos ellos deben de llegar en proporciones adecuadas a las células que forman el cuerpo humano, pues cada uno juega su propio papel en la química viva que nos hace respirar, crecer, movernos, sentir, pensar, y ejecutar las funciones de la vida. Los elementos nutritivos esenciales son altamente especializados. Nada puede sustituir ciertos minerales en la elaboración de células, los glóbulos rojos de la sangre necesitan hierro, fosforo, la retina solo es capaz de formar las estructuras sensibles a la luz en presencia de vitamina “A”, un mineral o una vitamina no puede sustituir a otra, el calcio es necesario para el funcionamiento del corazón; si la alimentación no tiene suficiente calcio el cuerpo lo extraerá del que existe en los huesos y los dietes, y estas estructuras se enfermaran, los elementos nutritivos se necesitan constantemente y si la comida no los tiene, el organismo envejece y enferma.

Por todo lo anterior, representa siempre un riesgo el someterse por cuenta propia a una dieta para adelgazar, lo más indicado es que sea un médico quien la determine, sin embargo, es conveniente que la mujer con kilos de más conozca los principios que deben regir su dieta para evitar cometer disparates, es más, en muchas ocasiones estos disparates comienzan por la falsa creencia de ciertas mujeres, de que están demasiado gruesas, cuando en realidad su peso es normal. Téngase en cuenta que es muy difícil dar una tabla de peso que se avenga a todas las mujeres, pues la diferente constitución de cada una de ellas hace variar en gran forma el peso normal que se supone debe tener. Una vez establecida la necesidad de empezar la cura de adelgazamiento, la primera precaución es contar que dicho tratamiento no perjudicara el organismo. Esta certeza solo la puede ofrecer el médico, mediante un examen físico completo.