WASHINGTON

La jueza de distrito Tanya Chutkan ordenó este lunes al gobierno del presidente Donald Trump que permita que aborten dos inmigrantes adolescentes embarazadas que están bajo custodia federal.

Chutkan señaló que el gobierno republicano no debe impedir que las jóvenes de 17 años ejerzan su derecho a interrumpir su proceso de gestación.

Los casos son similares a los de otra adolescente que logró someterse en octubre a un aborto estando bajo custodia de las autoridades migratorias tras una batalla judicial.

La actual controversia se debe a la oposición del gobierno de Trump al aborto y su decisión de modificar la política del gobierno anterior sobre los menores que son detenidos al entrar ilegalmente al país.

Este año, la oficina del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS por sus siglas en inglés) que supervisa los albergues, prohibió a las instalaciones facilitar los abortos sin su aprobación directa.

Scott Lloyd, director de esa oficina, explicó en un correo electrónico que los albergues no deben apoyar la interrupción del embarazo, “sino ofrecer orientación sobre alternativas a favor de la vida”.

Bajo la administración del presidente Barack Obama, el gobierno no financió los abortos de adolescentes inmigrantes detenidas, pero permitió que pudieran practicarse un aborto cubierto por otras organizaciones.

La magistrada señaló que la oficina perteneciente al HHS sigue teniendo la autoridad final para vetar unilateralmente las decisiones reproductivas de las menores que llegaron solas y que tiene en custodia.

Dio al gobierno 24 horas para que convenza a una corte superior de que bloquee la orden.

El gobierno apeló tanto ante la corte federal de apelaciones de Washington como ante la Corte Suprema.

La corte federal de apelaciones en Washington falló en octubre a favor de una adolescente y el aborto se llevó a cabo sin que el gobierno solicitara la intervención de la Corte Suprema.

Ambas adolescentes llegaron al país sin compañía de un adulto y se encuentran detenidas en albergues federales, aunque se desconoce dónde.

Una de las adolescentes tiene un embarazo de 10 semanas y la otra de unas 22 semanas.

La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés) llevó a tribunales el caso de ambas adolescentes, igual que el de la otra joven.

La adolescente que ganó su caso judicial se encuentra detenida en Texas, donde las menores, para interrumpir su embarazo, necesitan el consentimiento de sus padres o la aprobación de un juez.

Las otras dos adolescentes se encuentran en lugares donde las menores no necesitan ese consentimiento, señaló la ACLU, que se negó a precisar el nombre de los estados, así como las nacionalidades.