· “La ira es una locura de corta duración” Horacio
Perdí la cuenta sobre la
cantidad de veces que tuve que escuchar la entrevista que le hicieran al
diputado Federal, Ernesto Ibarra, lejos de poder comprender lo que pretendió
externar, mis oídos fueron lastimados por el tono utilizado, además del insulto
a la inteligencia. Tal pareciera que el Diputado por Acción Nacional no se ha
percatado cómo está afectando a su intento por gobernar Los Cabos las actitudes
que toma y sobre todo con las respuestas tan arrebatadas e inestables que
emite.
Los actores políticos
actuales, sobre todo aquellos con experiencia en el servicio público, lejos de
establecer una agenda congruente para señalar las muchas anomalías de los
gobiernos panistas, han demostrado no tener idea plena de sus objetivos, ni
tampoco preparación para “señalar”. Han permitido que la ira y el odio les
dominen, hasta nublarles la razón. Tal es el caso de los ahora amigos
entrañables Ibarra y Narciso.
Ibarra: al intentar responder
–una nota, donde Rigoberto Mares, dirigente del PAN en la entidad, que más
pareciera un borrego o fraguada para sacarlo de quicio; y lo lograron- citó no
haber traicionado absolutamente a nadie, de igual forma dijo ser diputado
Federal para todos. Fue más allá al señalar que Mares no tenía facultades para
expulsar del partido a alguien con su cargo, sin embargo indica textual
“desconozco si lo hizo y si lo hizo está muy mal”.
Calificó al dirigente como
“títere del Rey Arturo”, que se irá (del PAN) cuando él lo diga, no cuando
ellos digan. Sobre el supuesto encubrimiento señalado hacia la administración
de Antonio Agúndez siendo legislador local, dijo haber sido el “único Diputado
que presentó denuncias penales” que fueron dos años revisados a la
administración de Antonio Agúndez y de forma parcial y completamente solventó las
observaciones y le aventó la bola a Lupita Saldaña por no haber denunciado en
todo caso los dos años y medios restantes si es que se encontraron
irregularidades.
Expuso que podría debatir con
el líder panista Mares, calificó a Arturo de la Rosa como “soberbio,
prepotente, arrogante y corrupto”, dejando abierto que próximamente saldrán más
cosas a la luz pública sobre las irregularidades en su gobierno; pero
curiosamente dijo ser “amigo” del gobernador; con quien no tiene problema
alguno. Sobre Narciso Agúndez expuso que siempre lo trató con respeto, siempre
le dio su lugar, hasta dijo que siendo gobernador gestionó muchas obras.
Para empezar, siendo
legislador federal por el PAN, debería ponderar que “la ropa sucia se lava en
casa”, porque este “desencuentro” que a lo mejor pareciera muy “local”, dada la
envestidura que tiene Ibarra, puede trascender al contexto nacional en un
momento que lejos de abonar a la construcción de unidad al interior, exhibiría
cómo pese a las pretensiones aliancistas con dos partidos de “izquierda” (y que
recordemos en Baja California Sur sus principales actores fueron seriamente
señalados, hasta por Ibarra) en los estados la realidad es otra.
Las respuestas “cantinflescas”
y marcadas por tonos entre “hilaridad, rabia”, menos congruencia, paciencia y
objetividad dicen mucho más de Ibarra que de sus “enemigos azules”. Indica que
si de esa forma se pelea con quienes han sido sus aliados, qué le podrá esperar
a la sociedad Cabeña si llegara a gobernar una persona que responde con la
víscera. En nada, tampoco, ayudó a Narciso, porque ahora resulta que le
reconoce todo lo realizado como gobernador, sin embargo la pregunta que queda
en el aire es: ¿si todo estaba bien con los amarillos, por qué Ibarra corrió
hacia los azules?.
Y peor aún, indica ser amigo
del actual gobernador; con esos “amigos” mejor que no tenga enemigos, porque
también las respuestas de Ibarra en este tema dicen más de lo que pretendió:
que no hay control político en el estado –bueno, ya se sabe estimado Lector (a)
que no hay control en nada, solo en los medios que les pagan por callar-; que
Mendoza al estar entre varias aguas (De la Rosa, Ibarra y Mares) lejos de poner
“paz” ante tanto desorden, le apuesta a “hacerse de la vista gorda”, lo que a
su vez pareciera no le importa el panismo sudcaliforniano. ¿Será entonces que
Mendoza se inclinará por el tricolor?.
Sin defender a Arturo, porque
vaya que ha dejado mucho que desear con su trabajo; Ibarra señala y señala. Sin
embargo, ¿Quién a la fecha ha visto en realidad el trabajo del diputado federal
aterrizado en Los Cabos?, aparte de las pantimedias, su consultorio ambulante;
no ha marcado diferencia con relación a la “planchaduría” azul instalada en la
entidad, vaya, lejos de considerar opciones más viables para el combate a la
violencia, votó a favor de la Ley de Seguridad Interior; y por la Ley que
permite que las mineras viertan sus desechos al mar.
El tiempo corre y lejos de
presentar propuestas que a la población le generen seguridad y sobre todo
refleje una actitud tendiente más mesurada; Ibarra pega con todo, apoyado por
Narciso, quien pese a su experiencia no logra establecer control en el
aspirante a la alcaldía de Los Cabos, ¿por cuál partido?; pues solo ellos
saben, porque citar que cinco institutos políticos lo han invitado para
encabezar candidatura en la zona austral, no significa que tenga algo
“amarrado”, esto es, anda coqueteando con todos, no tiene convicción ni por uno
de ellos.
Pero la “cereza del pastel” en
la entrevista es cuando pone en entredicho su ética profesional al citar haber
sido doctor tanto de Arturo como de Narciso, mezcló pues la “gimnasia con la
magnesia”; temblarán más de dos pacientes, porque si exhibió que Arturo no le
pagó, además de que fue su doctor de cabecera (sin aclarar qué le curó),
pudiera parecer que ese “cotilleo” sobre sus servicios lo haría con todos sus
pacientes.
Deberá entender Ibarra que
para guerra sucia, no necesariamente debe él “enlodarse”, porque en la prisa
por responder, sumado al coraje, la razón queda fuera al grado de exponerlo
como una persona a quien no se le puede confiar ni cuando se tenga gripe.
REFUEGO
Finalmente Meade fue “ungido”
como precandidato a la presidencia de la República por el PRI, del público
asistente hubo quienes reconocieron la falta de carisma del tecnócrata. Basta
ver las grabaciones donde le resulta incómodo o nada sencillo sonreír, así
empieza la carrera formal por la silla presidencial…Elva Castillo se mantiene
activa, interesante reunión sostuvo con empresarios de la localidad, donde se
mostró el interés de los presentes por establecer acciones para impulsar la
educación y disminuir la violencia en la zona. Sigue pues buscando la
preferencia en la encuesta para ser coordinadora de los trabajos en Los Cabos
por Morena-PT…y les pidieron declinar a favor de Armida, siempre las decisiones
de hombres influyendo en el trabajo de las mujeres, lamentable que se haya
prestado Armida Castro, detrás la mano de Leonel Cota y Víctor Castro (quienes
por cierto han repartido tantas posiciones que no les alcanzarán los espacios),
quienes no se cansan de fraccionar a Morena. Es ese el lado “flaco”, porque al
dividir y no reconocer ni a la dirigencia estatal, ni a la enviada del CEN,
Xóchitl Hernández, pareciera le están haciendo trabajo a los que gobiernan,
pues es claro aplican el “divide y vencerás”, quien no lo quiere ver, es porque
va tras el “hueso” personal, dejando de lado el objetivo primordial, trabajar a
favor de AMLO…
“Locura es hacer la misma cosa
una y otra vez esperando obtener diferentes resultados”.
Albert Einstein