El 'show' basado en la serie de TV chilena está de regreso en México con un nuevo espectáculo para todo público
CIUDAD DE MÉXICO.
La popularidad de los personajes de 31 Minutos sube y sube sin cesar. Tulio, Bodoque, Juanin y sus amigos ya llegaron a ser los Guns N’ Roses de las marionetas. Vivir la vida de rockstars es un placer, pero es más satisfactorio poder ser vistos como influencers de la nueva generación.
Sucedió que este año el gobierno chileno, de donde son originarios los chicos, llamó al periodista más importante de la televisión, Juan Carlos Bodoque, para ser la imagen del censo de su país y explicar a sus paisanos el por qué es importante su colaboración.
Desafortunadamente, el conejo rojo y titular del espacio de la Nota Verde, no pudo atender la llamada de Excélsior por lo complicada de su agenda, pero sí lo hizo Álvaro Díaz, su asistente, cocreador de 31 Minutos junto a Pedro Peirano y el tipo que se encarga de darle vida desde 2003 al show que narra la creación del noticiario más importante y veraz de la televisión, humorístico y educativo.
“Lo único que no quiero es que 31 Minutos se vuelva una obligación, porque se volvería algo tedioso. Lo obligatorio es el superpoder de hacer todo aburrido. No quiero que el show pregone el bien común de manera rutinaria, debe ser espantoso llegar al colegio como imposición. Así que mejor nos preferimos mantener en el patio y no en las aulas.
En el caso particular de Bodoque, entiendo que puede explicar de manera fácil las cosas difíciles. Motivar a la gente a participar, por ejemplo en el censo, es un acto voluntario, pero se buscó la gracia de un personaje como Bodoque para que contara por qué se hacen los censos y resultó ser motivante, al ser un tipo que genera empatía y neutralidad”, contó el productor y miembro de la productora Aplaplac.
No es la única ocasión que los protagonistas han sido contratados por organizaciones o compañías particulares, pues desde 2004 han participado en spots para prevenir accidentes, promover la música local, el buen uso del transporte público y hasta la importancia de la esterilización de mascotas.
Ese nivel de estrellas de rock se ha vuelto una necesidad para sus creadores.
“Es una manera de mantener vínculos, de sobrevivir y esforzándonos en que se mantenga el espíritu del show. Cada uno de los personajes provoca que nos encontremos cada cierto tiempo y eso se vuelve un agrado, porque siempre tenemos un show girando en Chile.
Sólo Pedro es el único que vive en Los Ángeles y no le cuesta nada de trabajo tomar un avión para ir a hacer los shows. No llega a aburrirnos y ahogarnos, lo que hace es que cada que nos toca reencontrarnos con 31 Minutos sea una sorpresa tan grata como reencontrarte con amigos”, explicó el actor.
Álvaro sostuvo que, la esperada quinta temporada, es demasiado difícil de lograr porque sería muy cara llevarla a TV y, además, ya nadie le pone atención a las emisiones.
Es más emotivo presentarse en vivo como lo harán con Calurosa Navidad el 7, 8, 9 y 10 de diciembre en el Teatro Metropólitan, apenas un año después de visitar la ciudad con el Tremendo Tulio Tour.
Se trata del especial de Navidad de 31 Minutos en el que Juan Carlos Bodoque pone en peligro la fecha de sus amigos al perder en apuestas de caballos los regalos para todos.
“Nos basamos en el verano curioso en que transcurre la Navidad en Chile, donde hay muchos señores que se disfrazan de Santaclós y salen a compartir tiempo con los niños, prácticamente cocinándose en un traje rojo diseñado para vivir en Finlandia.
Es una imagen habitual para nosotros, porque su creación viene del Hemisferio Norte y nosotros tenemos que celebrar lo mismo, pero en un contexto diferente, ahí aparece la ironía del show, con las canciones, los personajes y algunas nuevas adiciones que la gente podrá ver durante el show”, agregó Díaz.