El presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso reveló que el viernes pasado vio por última vez al ombudsman asesinado, quien no externó preocupación por su seguridad personal
La Paz, Baja California Sur.- Silvestre de la Toba Camacho, titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), no había externado ser víctimas de amenazas previas a su asesinato ocurrido el pasado lunes, reveló el diputado local Camilo Torres Mejía.
El diputado, quien es presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso Local, dijo que se reunió con De la Toba Camacho el pasado viernes y que tenía una reunión programada para el lunes, unas horas después de que fuera asesinado junto con uno de sus hijos.
"No tengo ningún indicio de que él tuviera alguna amenaza o algo de ese tipo. Además de coincidir en nuestro trabajo éramos amigos. Pero no tengo ningún indicio en ese sentido. Obviamente me imagino que van a ser las líneas de investigación", dijo Torres Mejía, en entrevista con medios. "No nos insinuó algo, nada por el estilo".
Al ser cuestionado sobre si el asesinato del ombudsman sudcaliforniano generaba miedo en la clase política local, Torres Mejía dijo que el miedo ya existe y que prueba de ello es que algunas personas no quisieron asistir al Segundo Informe de Gobierno de Carlos Mendoza Davis en el Teatro de la Ciudad.
"Tenían temor por lo que ha estado sucediendo, los avisos y demás", dijo el legislador, que aseguró que estará atento y presionará para que se realicen las investigaciones del caso de De la Toba Camacho.
"Necesitamos saber la verdad de lo que sucedió realmente, necesitamos clarificar esta situación", dijo el legislador. "Tendremos que revisar la legislación, tendremos que ver situaciones que tuvieran que ubicarse, pero si tiene que haber un análisis más a fondo".
Sobre las amenazas de presuntos integrantes del crimen organizado contra el gobierno estatal a través de mantas, Torres Mejía dijo que es algo que debe ser sujeto de investigación, pero reconoció que "en la mente de todos nosotros ronda esa situación".
El asesinato de De la Toba Camacho es el primero de un ombudsman en el país desde que dichos organismos autónomos fueron creados. El defensor del pueblo murió tras ser atacado por hombres armados mientras se trasladaba con su familia por la principal avenida de La Paz. En el ataque también falleció su hijo, Fernando de la Toba Lucero, de 20 años.