La editora Claudia Madrazo desmenuzó los elementos que componen el diario de Frida Kahlo para obtener las claves del proceso creativo de la pintora
CIUDAD DE MÉXICO.
¿Qué puede decir a los lectores del siglo XXI el diario personal que Frida Kahlo (1907-1954) escribió durante los últimos diez años de su vida? Esta es la pregunta que se hizo la editora Claudia Madrazo, quien decidió “desmenuzar” los elementos que componen este objeto artístico y obtener “las claves secretas” de su proceso creativo, para recomendarlas como herramientas de autoconocimiento.
La directora de La Vaca Independiente, quien contribuyó al rescate y publicó por primera vez El diario de Frida Kahlo hace 20 años, seleccionó este libro “que generó un interés explosivo”, que ha sido traducido ya a una veintena de idiomas, para festejar los 25 años de esta editorial “dedicada a la integración del arte como vehículo para la transformación pedagógica”.
Por esta razón, acaba de lanzar El diario de Frida Kahlo. Una nueva mirada, con textos de Karen Cordero y Eduardo Casar; y entrega además una propuesta singular: el Cuaderno íntimo inspirado en Frida Kahlo, de su autoría, en el que muestra las técnicas creativas que la pintora utilizó para “conectarse consigo misma” e invita a los lectores a ponerlas en práctica con el mismo objetivo.
Así, herramientas como listas de palabras, poemas, relatos autobiográficos, cartas reales o inventadas, dibujos, pinturas, manchas, rayones, huellas o tachaduras, asociación libre de ideas, garabatos y collages pueden construir “un camino de autodescubrimiento y liberación”.
La licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Iberoamericana explica en entrevista con Excélsior que el diario de Kahlo “me ha acompañado muy de cerca durante estas dos décadas y he desarrollado con él una relación especial, porque es un documento complejo, como compleja era Frida; y de alguna manera esta cercanía me llevó a preguntarme qué más tiene este documento, qué nos puede decir hoy”.
Agrega que, con esta reflexión, “empecé a desmenuzar el diario y a nombrar los elementos que lo componen, porque no es un diario tradicional, no empieza con un relato cotidiano, sino con una lista de palabras. Sin filtros y sin códigos para entender eso resulta un libro difícil de penetrar”.
La maestra en Museología y semiología de objetos culturales por la Universidad de Essex, Inglaterra, confiesa que lo primero que se le reveló es que es una obra de arte total. “El diario, si bien fue un objeto íntimo de Frida, en realidad es una obra de arte con una capacidad infinita de significación”.
Añade que revisó este objeto artístico multidisciplinario desde sus cualidades literarias, poéticas, sonoras y simbólicas. “Nos abre en una forma distinta como usuarios y espectadores para aproximarnos a Kahlo. Y revela otras técnicas que no vemos en sus cuadros”.
Quien ha fundado y participado en diferentes ONG dedicadas a la transformación social, destaca que “en esta investigación personal encuentro que hay claves secretas que ella usó para su propio proceso de autoconocimiento y de expresión creativa. Porque, finalmente, un diario es un espacio en el que uno se habla a uno mismo, se encuentra con uno mismo”.
Dice que esta nueva revisión expande la mirada de lo que es este objeto. “Puede generar todo un nuevo discurso, es un nuevo momento para el diario, invita a una nueva revisión desde un lugar diferente”.
Con esa semilla, explica Claudia Madrazo, surge el Cuaderno íntimo inspirado en Frida Kahlo, que rescata estos elementos y los organiza en tres categorías. “Una tiene que ver más con limpiar la mente, descansar el pensamiento, que hoy en día es fundamental debido a la complejidad del mundo, una especie de ponerle pausa a la mente”.
Señala que los ejercicios que extrae del diario, “como escritura automática, grafiteo con distintas técnicas, son recursos que hoy la neurociencia reconoce como técnicas para limpiar el pensamiento, para pasar de estar atorado en la complejidad de los pensamientos a un espacio de más tranquilidad y silencio interior. Esos ejercicios le ayudan a la mente a desconectarse de lo cotidiano y a entrar a una dimensión más profunda”.
Así, tras decodificar estos gestos creativos de Frida, construye los ejercicios para acompañar a la gente en los procesos de exploración de su mundo interior. Éstos se indican de manera didáctica, con ejemplos de lo que hizo la pintora, y se propone realizarlos en las páginas en blanco que se dejan en el cuaderno.
La admiración que le tenemos a Frida tiene que ver con esa capacidad que tuvo como mujer de transformar el dolor en creación. Es un ejemplo de virtuosidad importante para este momento que estamos con tanto dolor, enojo y sufrimiento. Reconocer que hay formas virtuosas de expresar estos sentimientos, que nos ayudan a crecer”, indica.
La promotora cultural subraya que el cuaderno “es una invitación a conectarte contigo mismo y reconocer la grandeza que hay en cada uno, que todos tenemos dolor; pero que hay herramientas, técnicas, métodos, para transformar esto en creación”.
Concluye que, ante el mundo virtual, también se pretende revalorar el contacto con el acto material de crear: pinturas, crayones, papel, romper el paradigma de la hoja en blanco, y desmitificar que el acto de crear es sólo para unos cuantos, unos genios locos.
Todos podemos crear. No se trata de que mañana estarás en un museo, pero sí encontrar alternativas. La invitación es a manejar las relaciones humanas de formas más constructivas”, apunta.
La editora aclara que las dos ediciones del diario de Kahlo, la de hace 20 años incluye un texto del escritor Carlos Fuentes, seguirán vigentes y en librerías; y que el cuaderno puede adquirirse solo, separado de la nueva edición, o junto con ella.