Javier Duarte recibió en la cárcel al reportero @HumbertoPadgett. Esta es la primera vez que lo vemos en el Reclusorio Norte
Algún día, no sé cuándo, diré por qué estoy aquí', aseguró el exgobernador de Veracruz
CIUDAD DE MÉXICO
El exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa recibió en su celda, en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México a las cámaras de Imagen Noticias.
Duarte dice que lee por las noches -ahora mismo el último libro de Dan Brown, Origen- y que duerme de día. Viste color caqui, como hacen los presos bajo proceso en el Reclusorio Norte en el que vive en área de ingreso. Por razones de seguridad, no puede ser llevado a las áreas de población general.
Calza mocasines de gamuza café oscuro y lleva el pelo corto, mientras que ha dejado crecer la barba. Otra vez se le ve con sobrepeso. Niega estar deprimido, que no ha conocido el “cacerolazo”, como los reos llaman a la honda melancolía que llena a quienes pierden la libertad. No es el caso de Duarte, al menos no en apariencia: se ríe a carcajadas, entreverando opiniones políticas con aforismos de su propia creación. Dice comer bien, que el trato es bueno y repitió el verso sobre la prudencia y la ausencia, según su conveniencia.
Lleva un reloj Casio G-Shock negro con detalles rojos ajustado a una hora distinta a la del centro de México. Mientras hablábamos, a las 9:30 am de aquí, en su pantalla digital se leían las 3:30, ¿la hora de Inglaterra antes del cambio a horario de invierno en esa parte del mundo? ¿La hora de Londres, donde su esposa Karime Macías aspira a vivir hasta que la tormenta legal y política termine?
Y sentencia:
Algún día, no sé cuándo, diré por qué estoy aquí”.