El alcalde de Comondú se dijo dolido por el asesinato de Silvestre de la Toba a quien consideró "un gran amigo"; afirmó que es momento que todos asuman el trabajo que les corresponde
La Paz, Baja California Sur.- El asesinato de Silvestre de la Toba Camacho debe obligar a que las autoridades asuman el papel que les corresponde y detengan la ola de violencia por la que atraviesa el estado, afirmó el alcalde de Comondú, Francisco Pelayo Covarrubias.
Tras calificar como "muy lamentable" la muerte del titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), dijo que el hecho entristece a los sudcalifornianos. "En lo personal aún más porque era un gran amigo que admiraba y respetaba, un compañero de lucha", dijo en entrevista con medios ayer martes.
Sobre la ola de violencia, dijo que "definitivamente esto no puede seguir adelante, definitivamente es momento de que todos veamos lo que nos corresponde".
Dijo que se debe apoyar al gobierno del estado y a todas las corporaciones policiacas "y hacer una lucha frontal a las bandas delictivas que están poniendo en riesgo ya no solo a los que se dedican a esa actividad, estamos viendo ya afectación a la población en general y eso es lamentable", sostuvo.
"No se debe trastocar la tranquilidad y seguridad de las familias honestas", dijo, y abogó por que ese tipo de hechos "de alto impacto no lleguen a Comondú".
"Exhorto a las autoridades competentes para que de manera muy determinada ya tomen cartas en el asunto y paren esta ola de violencia", dijo el alcalde, quien recordó a nivel municipal se han instalado cámaras de videovigilancia en algunos puntos estratégicos, adquiridas por el propio ayuntamiento, vigiladas por la policía municipal, para coadyuvar con las autoridades investigadoras y sobre todo inhibir el robo.
De acuerdo con Pelayo Covarrubias, al inicio de su gobierno se tomó la determinación de limpiar las calles de "vagos que deambulaban a altas horas de la noche", quienes ahora o están fuera del municipio o están en centros de rehabilitación.
Afirmó que hay al menos 300 personas que están en proceso de recuperación en dichos centros, buscando recuperar su salud, su familia y su dignidad, pero también buscando salvaguardar el patrimonio y la seguridad de las familias comundeñas.