La Paz, Baja California Sur.- El último día como priista de Carlos Mendoza Davis podría fijarse en tiempos más tranquilos para Baja California Sur (BCS), específicamente en octubre de 2010, cuando el Partido de la Revolución Democrática (PRD) gobernaba bajo la administración de Narciso Agúndez Montaño, quien contra su denominación “democrática”, intervino en las elecciones internas del partido y aseguró la candidatura a gobernador para su secretario general de gobierno, Luis Armando Díaz.

Así bien fue como el entonces exdiputado y exalcalde de Comondú del sol azteca, Marcos Alberto Covarrubias Villaseñor, fue literalmente ignorado, a pesar de ser puntero en diversas encuestas entre aspirantes a gobernador, por lo que decidió renunciar al partido de izquierda (entonces dirigido por Adrián Chávez Ruíz a nivel local y por Jesús “Chucho” Ortega a nivel nacional) para buscar “otra alternativa política”.

El comundeño “amarró” la candidatura a gobernador gracias a un “convenio” en el que el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de Renovación Sudcaliforniana (PRS), entonces dirigidos por Alfredo Zamora García y Pilar Eduardo Carballo Ruiz, hasta entonces de perfil discreto, entregaron diversas candidaturas para el experredista y su grupo político, mientras que para coordinar su campaña, ya sonaba el nombre de un prestigiado priista de antaño.

Carlos Mendoza Davis, hijo del primer gobernador constitucional de BCS, Ángel César Mendoza Arámburo, renunció a su cargo como delegado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, después de que Marcos Covarrubias le ofreció ser parte de su proyecto que, meses después, lo llevaría a ser el nuevo secretario general de Gobierno.

El 7 de febrero de 2011, Marcos Covarrubias, del PAN-PRS, ganó la elección a gobernador sobre Ricardo Barroso Agramont, del PRI-PVEM, por más de 5 puntos porcentuales, mientras que el “candidato del gobernador”, Luis Armando Díaz, descendió al tercer lugar; además, Esthela Ponce del PRI, ganaba la alcaldía de La Paz; y Antonio Agúndez del PRD, retenía Los  Cabos.

El factor más importante para la victoria de Marcos sobre el aparato gubernamental perredista, para muchos se llamaba Carlos Mendoza Davis, preparado maestro en Derecho (LLM) por la Universidad Cornell en Ithaca, Nueva York, en los Estados Unidos de América (EEUU); además maestro en Políticas Comparadas en Latinoamérica (Msc) por la London School of Economics and Political Science en Londres, Inglaterra.

Carlos Mendoza Davis, como secretario general de BCS, dejó finalmente cualquier simpatía priista para afiliarse al PAN en agosto del 2012, partido que lo llevó a ser senador como primera minoría en 2012 y gobernador en 2015; en esta última elección se le recuerda como el “carro completo”, logrado por el blanquiazul; tras ganar la gubernatura, 14 de los 15 distritos en el Congreso local y los 5 ayuntamientos de manera contundente.

Carlos Mendoza Davis tomó protesta el día 10 de septiembre de 2015 como gobernador constitucional de Baja California Sur, prácticamente bajo las siglas del “PRIAN”, ya que en su momento, el “neopanista” también contaba con militancia en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y un gabinete con aliados de diversas fuerzas políticas: panistas, expriistas cercanos y a los experredistas, legado de Marcos.

Así lo demuestra la captura de pantalla del pasado 12 de octubre de 2017 hecha por Diario El Independiente, que todavía consideraba a Carlos Mendoza Davis dentro del padrón nacional de afiliados del tricolor, con fecha de afiliación “1 de abril de 2014” (un año antes de su toma de protesta como gobernador).

Al cuestionar del tema a la presidente del PRI en la entidad, Gabriela Cisneros Ruíz, así como a actores políticos del PAN, todos ellos reconocieron que el gobernador continuaba apareciendo en el padrón tricolor, no obstante, también negaron cualquier relación de éste con su expartido más allá de la “institucional”, y para el 12 de noviembre, el gobernador ya había sido eliminado de las listas.

Actualmente, Mendoza Davis ha dejado atrás el discurso de campaña con el que se ganó la confianza de los sudcalifornianos, en el cual arengó fuerte al decir muy seguro “vamos a limpiar el estado, y lo vamos a hacer rapidito”, debido a que después de 2 años de gobierno, hay un conteo de 500 personas asesinadas, tan solo 123 en el pasado mes de octubre, convirtiendo a BCS en un campo más de la guerra entre el crimen organizado en México.

En la ceremonia oficial del segundo informe, Mendoza expuso que gracias a la coordinación entre los 3 niveles de gobierno, emanados del PRI y el PAN, se invertirán 500 millones de pesos en instalaciones militares para permitir la llegada de mil elementos militares más a la entidad, que harán frente a la inseguridad generada por pugnas entre los “violentos”, por lo que en gran medida agradeció al presidente Enrique Peña Nieto su apoyo, ante su representante personal.

Dicho hombre era el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio Meade Kuribreña, quien actualmente aparenta ser como el “ungido” candidato presidencial tricolor y además, es cercano amigo y colaborador de Carlos Mendoza Davis, a quien públicamente le ha reiterado el respaldo del “PRI-Gobierno”, como le llaman los panistas, mientras que, Ricardo Anaya, presidente nacional del blanquiazul, dijo estar “orgulloso” de su gobernador.

Si bien Mendoza ha referido que apoyará al candidato presidencial que designe “su partido”, a nivel local inclusive, se ha llegado a especular que Meade estaría considerando al sudcaliforniano para  formar parte de su proyecto de gabinete gubernamental.

Esto, solo en caso de poder vencer en las urnas a Andrés Manuel López Obrador, dos veces candidato presidencial y líder de Morena, quien desde junio lo señala como candidato tricolor y aseguró que el Frente Ciudadano por México (FCM) formado por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, designará “un palero” que le haga juego, con la “promiscuidad política” que representa su alianza ideológica entre izquierdas y derecha.

Por su parte, el ahora exgobernador Marcos Covarrubias también acudió al informe, dijo ya estar “retirado” de la política y prefirió no hablar con la prensa, posiblemente por las denuncias en su contra por peculado, por irregularidades en el manejo de recurso federal entre 2011 y 2013, que ascienden a 88.3 millones de pesos, de acuerdo a la Auditoría Superior de la Federación (ASF); de su proceso, no ha circulado información oficial ni extraoficial en la entidad.

No existe todavía copia pública de ningún expediente al respecto por parte de la Procuraduría General de la República (PGR), sin embargo, se tiene conocimiento que el 22 de junio de 2016, se presentaron 12 denuncias por peculado en contra de Marcos Covarrubias por “simular” devoluciones de fondos federales, exigidos luego de encontrar inconsistencias en el manejo financiero estatal de programas de salud y educación.

A pesar de ello, el secretario de Educación que cerró el sexenio de Marcos Covarrubias, Héctor Jiménez Márquez, así como su directora de Administración y Finanzas, Sonia Murillo Manríquez, continúan en el gobierno de Baja California Sur; el primero, ratificado en su cargo por Mendoza; mientras que la segunda, a propuesta del mismo gobernador y con el visto bueno del Congreso, de mayoría panista (“carro completo”), ahora se desempeña como Contralora General del Estado (CGE).

Para cerrar el informe de Mendoza, el posible presidenciable del PRI, José Antonio Meade, le dedicó unas palabras resaltando el arduo trabajo en conjunto del gobierno federal y el gobierno estatal, hermanados en BCS por diversos motivos; además, avaló las cifras de crecimiento presentadas por el gobernador sudcaliforniano ante sus invitados.

Resaltó que tras el segundo año de gestión de Mendoza, la media península se ha convertido el estado de mayor “crecimiento”, resaltando el desarrollo social y la reducción de la carga del servicio de la deuda.

Meade señaló que, de la mano de Carlos Mendoza Davis, BCS crece en materia de creación de empleos al doble del promedio nacional. 

Además, el titular de la SCHP apunto que ahora BCS tiene “mejores oportunidades” y concluyó que aquí hay un gobierno “transparente”, cuya meta es desterrar la corrupción, el abuso y la simulación, todo esto con “mejores leyes y prácticas gubernamentales”.