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Hoy es lunes, 25 de noviembre de 2024

Susan Sarandon, con buena conciencia

La actriz se declara en contra de la pena de muerte y se unió al documental Killing Richard Glossip para evitar la condena de un hombre al que considera inocente

Susan Sarandon, con buena conciencia

PASADENA.

Por años, Susan Sarandon ha sido el Pepe gri­llo de América, o al menos así se han referido a la actriz en innumerables ocasiones por su compromiso y lucha a fa­vor de los derechos humanos.

Ella no ha temido alzar la voz cuando éstos se han vio­lado o cuando se trata de pe­lear por causas que le parecen justas.

Junto a su exmarido, Tim Robbins, recriminaron al go­bierno estadunidense en ple­na ceremonia de los Oscar la retención de 267 haitianos con VIH refugiados en Guan­tánamo, Cuba.

En 1999 fue acusada de desorden público durante una protesta en Nueva York, tras la muerte del emigrante afri­cano Amadou Diallo por los disparos de cuatro policías. También es embajadora de Unicef (Fondo de las Nacio­nes Unidas para la Infancia) y forma parte de Heifer Inter­nacional, ONG que distribuye animales de granja entre fa­milias necesitadas.

Con esas credenciales no es de extrañar que la actriz haya dedicado años a defen­der al estadunidense Richard Glossip, acusado de pagar a un sicario para que asesinara a un hombre.

Así como en la cinta Pena de muerte de 1995, en donde defendió a un condenado, la actriz ya lo hizo en la realidad. En la ficción que compartió al lado de Sean Penn encarnó a la hermana Helen Prejean, que lucha por la absolución de un condenado interpreta­do por Penn.

Y fue precisamente Pre­jean, autora del libro en el que se basa la cinta, quien acudió a la actriz para convencer­la de la inocencia de Glossip, por lo cual Sarandon, además de pedir la cancelación de la pena de muerte, también apa­rece en el especial Richard Glossip: Pena de muerte, de Investigation Discovery.

“La pena de muerte nunca tuvo mucho sentido para mí. Es arbitraria y caprichosa. Es costosa, pero la gente suele decir: ‘Si alguien mató a uno de tus hijos, ¿por qué no matarlo a él?’. Y, por supues­to, uno le dice que concuerda, pero es una pregunta di­ferente a dejar que el Estado lo haga. Y la verdad es que las personas que conocí ha­ciendo Pena de muerte y que habían experimentado la tra­gedia de que le asesinaran a un hijo no odiaban ni querían revancha en nombre de esa persona que perdieron.

“Hay una línea que sur­ge de las conversaciones que mantuve. Yo digo que no ten­go esa clase de fe y me con­testan que no se trata de eso, sino que deciden alejarse del odio. Mientras filmábamos, vimos a una familia que iba a las ejecuciones todo el tiem­po. La verdad es que no era reparador. La gente siempre queda desilusionada porque ¿qué puede reparar el dolor más allá de recuperar al ser perdido? La gente piensa que se va a sentir aliviada, pero no funciona de esa manera. Al final de cuentas, no le sirve a ninguna de las partes”, dijo la actriz en una charla en esta ciudad.

Durante casi 20 años dos hombres condenados en Oklahoma, Richard Glossip y Justin Sneed, han manteni­do dos relatos muy diferen­tes de lo que llevó al asesinato de Barry van Treese. Aunque Sneed confesó el asesinato, dijo que lo realizó por encar­go de Glossip.

Sneed cumple una senten­cia de cadena perpetua mien­tras Glossip está en el corredor de la muerte clamando su inocencia. En estas dos déca­das, en el corredor, Glossip ha enfrentado cinco momentos en los cuales ha escapado de la ejecución.

La actriz criticó las ac­ciones de la gobernadora de Oklahoma Mary Fallin. Sin embargo, ésta misma y sin querer ayudó a la causa de Sarandon, ya que el caso tomó mayor relevancia y hoy, Glos­sip no ha sido eje­cutado, a pesar de que el pasado 16 de septiembre comió la que habría sido su última cena.

“Para ayudar, lo­gré que este caso se hiciera de alto per­fil. Gracias a la ayuda de va­rias personas, entre ellas el Dr. Phill, con quien colaboré en un programa. Para ese mo­mento el caso ganaba veloci­dad, reunía firmas y las cosas se complicaban más porque estaba la cuestión de que usa­ron drogas equivocadas. La última persona que habían asesinado gritó durante todo el proceso porque usaron la droga equivocada”, externó.

El documental fue creado y dirigido por el cineasta Joe Berlinger, quien también ha dedicado su carrera a expo­ner los abusos del sistema de justicia penal. Killing Richard Glossip se transmite hoy en dos horarios por ID.