· Apatía e indolencia de delegados federales generará votos contra el PRI · Ante la cercanía del término de la administración de Peña Nieto intentarán en pocos días hacer lo que no hicieron en años · Definitivamente los representantes del gobierno federal no protegieron la deteriorada imagen del gobierno federal
Ahora que prácticamente todos
los funcionarios de los tres niveles de gobierno están alertas a lo que sucede
en el entorno político justamente para saber qué hacer al respecto o hacia
dónde dirigir su supuesto potencial de representación social, es inevitable
pensar en lo que han hecho en ese sentido los delegados federales, los representantes
formales del gobierno federal cuya mayoría prácticamente están desconectados
del sentir ciudadano sudcaliforniano.
Salvo sus contadas excepciones
los delegados federales, los funcionarios representantes del gobierno que encabeza
el presidente Enrique Peña Nieto, simplemente han pasado desapercibidos.
Hasta ahora son muy pocos, de
hecho, casi ninguno de los delegados ha podido representar adecuadamente las
pretensiones del jefe del ejecutivo federal, que a pesar de sus evidentes esfuerzos
por coordinarse con el gobierno estatal, hasta ahora está claro que sus
delegados simplemente realizan una pobre labor más callada de lo que se hubiera
esperado.
En ese sentido los priistas se
sienten desacuerpados porque estiman que la mayoría de los delegados federales,
no ha podido capitalizar políticamente las acciones de un gobierno federal, que
definitivamente en la media península, literalmente, políticamente, no pinta.
En ese sentido quizás el único
delegado federal que ha emprendido una evidente acción de contacto social, que
a querer o no tendrá su repercusión política, es la que realiza el titular de
Sedesol Juan Alberto Valdivia Alvarado, quien tiene ese contacto constante con
la población.
Obviamente esto convierte a Juan
Alberto Valdivia, en el más serio aspirante a ser candidato al Senado por parte
del PRI, aunque tendrá que dejar en breve el cargo de delegado federal, precisamente
para aspirar formalmente a tener la posibilidad de ser el abanderado de su
partido a la senaduría.
Entre los delegados como el de
Sagarpa, César Demetrio Estrada Neri, por ejemplo, quien permanece en ese cargo
desde abril del 2014 y desde donde ha hecho muy poco (casi nada) por defender
la causa del gobierno federal, se suma a la semi-totalidad de funcionarios
federales de este nivel, que han pasado literalmente desapercibidos.
Estrada Neri nombrado por el
ahora ex coordinador de delegaciones de Sagarpa, Víctor Hugo Celeya, está literalmente
solo a la espera de que concluya el mandato presidencial para tomar sus maletas
y regresar a su natal Nayarit luego de que su estrecha amistad y relación política
con el ahora senador Ricardo Barroso, no tuvo los resultados esperados.
Pero no solo es Sagarpa la que
políticamente está suelta, sino prácticamente la mayoría de las delegaciones
federales que no han podido defender adecuadamente las posturas del gobierno federal,
lo que ha generado mucha inquietud y hasta desesperación al interior el PRI que
de alguna manera esperaba que a través de estas instancias se podría construir
un proyecto político local afín al tricolor.
Pero no ha sido así.
Los delegados federales del
gobierno peñista han pasado políticamente sin pena ni gloria, aunque está claro
que en los próximos meses tratarán de levantar la cabeza para intentar protagonizar
políticamente, pero es evidente que esto se debe a la cercanía del término de
la administración federal, y que ya es tarde para hacer esa labor.
Quien no trabajo políticamente
a través de las delegaciones federales en los meses anteriores le será muy
difícil levantar presencia social en los próximos meses, sobre todo si se
considera que el gobierno del país, no se encuentra en su mejor momento.
Se acerca el cierre del año y
con ello el inevitable balance económico que por supuesto no será nada agradable
para la mayoría de los mexicanos y de los sudcalifornianos mismo que podría traducirse
en una clara adversidad electoral para el gobierno federal que está
representado en el PRI.
En ese sentido, francamente es
poco lo que podrían ayudar los delegados del gobierno de nuestro país.
Salvo muy pocas excepciones, la
mayoría de estos funcionarios federales, simplemente son unos verdaderos
simuladores que se han dedicado más a cobrar su quincena que hacer la labor social
que podría traducirse en términos políticos-electorales.
Por supuesto y ante la cerca
posibilidad de perder esos ingresos quincenales están muy estresados.
Claro que no se trata de hacer
proselitismo través de las representaciones del gobierno federal, pero es muy
obvio que ni siquiera han tenido la capacidad para defender la deteriorada imagen
del gobierno federal, como para salir a la calle a resaltar lo que
políticamente se proponga desde la presidencia del país.
Definitivamente los
representantes del gobierno de Peña Nieto en su mayoría se concentran más en
recibir beneficios particulares que en hacer la labor política que es implícita
a su representación.
Por supuesto, esta podría ser
una razón más para que el PAN y el resto de los partidos de oposición al tricolor
obtengan una mayor cantidad de votos en las elecciones de julio del año que
entra.
Ya veremos qué sucede aunque
la indolencia de la mayoría de los delegados federales, ha sido su principal
característica prácticamente desde que inició su periodo el presidente Enrique
Peña Nieto quien por lo menos en Baja California Sur, no ha sido bien
representado por sus flamantes delegados que definitivamente no ha hecho la
tarea.
¿No le parece así amable
lector?