Tras el sismo, los 15 cuerpos artísticos que decoran el complejo de edificios de la secretaría podrían ser desprendidos del muro original para trasladarlos a un nuevo espacio, según informó el propio organismo
CIUDAD DE MÉXICO.
Los 15 murales que decoran el complejo de edificios de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) podrían ser desprendidos del muro original para trasladarlos a un nuevo espacio, según informó el propio organismo. Debido a que las torres sufrieron daños estructurales por el sismo del 19 de septiembre pasado, se estudia la posibilidad de demoler la construcción completa, y con ello remover las obras que tienen 60 años de antigüedad.
Aunque el dictamen sobre los daños estructurales del edificio estará listo en 20 días hábiles, ya se estudia el retiro de los murales de José Chávez Morado, Juan O’Gorman, Arturo Estrada y Rosendo Soto, así como esculturas monumentales de los artistas Francisco Zúñiga y Rodrigo Arenas Betancourt. No se tiene reporte de daños mayores en las obras, aunque sí algunos desprendimientos de mosaicos. Ésta sería la segunda vez que el conjunto artístico es sometido a restauración después de un sismo, pues también fueron intervenidos luego del 19 de septiembre de 1985.
Los murales están hechos con una técnica conocida como “mosaico mexicano”, en la cual se entrelazan piedras de colores originarias de distintas regiones del país, y con ellas se forma la figura a gran escala. Así lo hizo O’Gorman en tres piezas: Canto a la Patria, Independencia y Progreso, y Los Libertadores; Chávez Morado en Los Mayas, Conquista y Libertad, Los Aztecas, Cosmogonía y Cuatro siglos de Comunicaciones.
También está Sol de aire de Arturo Estrada, Al héroe del trabajo de Luis García Robledo, El trabajo obrero y campesino e Intercambio de productos de Rosendo Soto, Sol de agua de José Gordillo, y Sol de lluvia y fuego de George Best. Además de un conjunto de esculturas de Francisco Zúñiga y una de Rodrigo Arenas Bentacourt.
A petición del arquitecto Carlos Lazo, quien fue titular de la SCT a partir de en 1952, las obras murales hacen un recorrido desde las épocas prehispánica, virreinal hasta el siglo XX con temas de las comunicaciones y el transporte en el país. Por ejemplo, en Independencia y progreso de O’Gorman se compone de signos precolombinos. El Ocelotl y Tláloc están al centro, y en la parte superior izquierda está la silueta de Miguel Hidalgo.
En Los Aztecas de Chávez Morado, que ocupa 282 metros cuadrados, se describe la civilización Azteca y sus comunicaciones. Las rutas y caminos están representados por franjas de colores y huellas de plantas humanas. En la parte superior está el Dios, y en la inferior se ven las órdenes guerreras y el símbolo de Cuauhtémoc.
La propuesta del arquitecto Lazo era descentralizar la dependencia y dotarla de un nuevo edificio, que hasta 1954 ocupaba la calle de Tacuba, en el inmueble que hoy es el Museo Nacional de Arte. Entonces diseñó un complejo de oficinas que concentraran todas las áreas de la secretaría, y así fue la primera dependencia gubernamental que dejó el Centro Histórico.
Con el sismo de 1985 algunas secciones de los edificios se cayeron, y con ello parte de los murales que en ese mismo año fueron sometidos a un proceso de reconstrucción por parte del Instituto Nacional de Bellas Artes. Los restauradores utilizaron la misma técnica de mosaico de piedra para reparar las obras, por lo que tardaron meses en reunir las rocas de colores exactos.
Para los próximos meses se planeaba un proceso de restauración de los murales, pero ahora quedó suspendida. Y con la posibilidad de remover las obras, la atención se centra en buscar edificios con las características necesarias para montar el mosaico sin afectar su composición original.