Muy buenos días estimable audiencia, gracias, muchas gracias, por preferir nuestro periódico “El Independiente”. Iniciare esta columna comentando a Usted, que en las próximas elecciones la razón, la seriedad y la confianza permitan que triunfe algún aspirante independiente o partido de manera transparente y contundente.
Así
mismo deseo que cada uno de los millones de mexicanos que acudirán a las urnas
vote de manera convencida por el proyecto que mejor recoja sus anhelos e
intereses, por la mejor opción política, por la persona comprometida que
garantice un gobierno responsable, eficaz, transparente, innovador y limpio.
Hoy la tarea de gobernar, solo
se explica a partir de los resultados; solo así se podrá recuperar la
credibilidad y la confianza de la sociedad en sus candidatos, para las próximas
elecciones en el año 2018.
Pocos periodos de nuestra
historia han sido tan desafiantes y decisivos. Tan complejos y estimulantes
como los que hemos vivido en los últimos años. Hoy en la actualidad necesitamos
partidos que defiendan las causas populares y que aporten al desarrollo de Baja
California Sur, promoviendo primordialmente las aspiraciones y demandas de las
mayorías de las organizaciones gremiales, obreras, campesinas y diversos
actores sociales que son protagonistas en el nuevo escenario político de
nuestro bello Estado de Baja California Sur. Partidos que resuelvan los
problemas y reclamos de los grupos y comunidades que enfrentan realidades de
desigualdad de oportunidades, y sufren todo tipo de injusticias, y luchen por
una Baja California Sur prospera, democrática y equitativo, y sin
discriminación alguna.
Los Sudcalifornianos, hombres
y mujeres, desean espacios y reconocimientos a sus capacidades para participar
y adquirir responsabilidades públicas. Por lo tanto demandan un mayor
compromiso de los partidos, de quienes esperan objetivos concretos, propuestas
razonables y constructivas, certidumbre en el orden institucional, en la vida
política y en el ejercicio de sus derechos. Así mismo partidos comprometidos en
la defensa a los derechos humanos, valorando la importancia del dialogo, la
tolerancia y los acuerdos, con el propósito de contribuir a que la política sea
una actividad civilizada, constructiva y responsable.
Los partidos en buena medida,
se han ocupado en definir las reglas para la competencia electoral. De igual
forma, ha sido un proceso donde la presión, la movilización, la desobediencia
civil y la protesta pública, han jugado un papel destacado, aunque finalmente,
todos los litigios han acabado por ser encauzados a través de los acuerdos. Aun
con todo esto, para nosotros los ciudadanos tenemos que entender que la
vigencia de los partidos políticos depende de su capacidad para abrir canales
de comunicación con la sociedad, de ir más allá de sus propios límites y rebasar
sus discusiones internas para escuchar, sentir, interpretar y representar al
pueblo, al electorado que al final de cuentas decidirá con la legitimidad de su
voto, su permanencia y fuerza como partido político.
Concluyo: un partido político
moderno debe ser un puente entre las demandas ciudadanas, debe ser un hilo
conductor, retomando las causas y estar siempre con un pie adelante, hacia lo
que en un futuro no muy lejano requiere la ciudadanía. Las próximas elecciones
del año 2018, significan apasionamiento, los electores saben que elegirán a sus
instancias más inmediatas de gobiernos. Tres partidos o más habrán de participar en la contienda electoral,
presentando candidatos supuestamente responsables y cercanos a la población,
según ellos con campañas adecuadas y propuestas creíbles para poder obtener el
triunfo electoral.