• Los niños mueren en este tobogán de la violencia. ! Ya basta! • Olé fue su nombre. Y el deporte su pasión. Hoy les comparto, la vida útil de un gran hombre • Conversaciones con el diablo
En la vida hay momentos
difíciles. Y paradójicamente creo que si estos no se pre sentarán, no seríamos
felices a plenitud. Y en estos momentos a su vez hay dolores que golpean el
ánimo. Apachurrando el corazón. Y de
estos hay los más agudos, los que pinchan el alma y que por su dolor se va
muriendo uno, poco a poco. De estos últimos hoy les comento. Y empiezo con el
repudio de los incrementos de la violencia en nuestro estado. Una plaga
apocalíptica que nos está liquidando poco a poco a todos. Estoy triste al borde
de las lágrimas. Lo estoy porque en este remolino nefasto no concibo que un ser
humano tenga el arrojo de masacrar a un niño. Y ¿qué creen? Si lo hubo.
La muerte de un niño que abría
los ojos a la vida, fue asesinado con toda la saña que puede brotar de un
criminal. Esta vida pérdida se suma a decenas de menores que son los mártires
de esta guerra maldita, imparable, injusta. Este acto sin nombre, ya que no hay
palabras que lo nombren, debe ser el parteaguas en este momento nefasto que
atraviesa nuestro querido estado.
Es un timbrazo a las
conciencias colectivas cuyo mensaje en que luchemos todos como podamos para que
ya no se dé un crimen más. La niñez es el tesoro más preciado de una sociedad.
Se nos entrega para que los cuidemos y no lo estamos haciendo. Pido a mi santo
Dios que nos escuche y acabe con esta carnicería.
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Olé fue
su nombre. Y el deporte su pasión. Hoy les comparto, la vida útil de un gran
hombre
Ven. Era una voz extinguida.
Era muy diferente a la que hacía unos cuantos meses, me tenía acostumbrado. Una
voz, ni muy grave, ni tampoco fuerte. Era una voz matizada, elegante. Era la
voz de un hombre leyenda: Heber Alarcón López Y esa voz que escuché hace unas
horas, no era su voz. Era la voz de la despedida. Y fui, acudí a su llamado.
Entre a su casa verde, a su casa bonita, a su casa con acento familiar. Y le
vi., Ahí en su cama. En su lecho cotidiano, estaba el gran Heber conocido como
Ole. Escúchame Jesús: te hablé para que me veas. Que narres en su momento, como
me viste. Y en su momento, lo escribas. Y vi a un hombre morir.
El color de muerte. Sus ojos
vivarachos, ya eran tristes. Una mirada apacible, se desparramó sobre mí.
Recién-me dijo su hija antes de entrar- Le han aplicado la quimio. Y se le ha
ido la voz. Y continúo hablando, ya con mucha dificultad. “Mírame. Observa,
como están mis brazos. Hoy muy delgados, ayer los de un deportista. Mira mis
piernas, ya no son las del ciclista. Es triste Jesús, cuando se acaba la vida.”
Cuando me mostro los efectos del maldito cáncer, en el estómago, sentí, un
vuelco en mi cuerpo. Y no dije nada, callé. Y lo deje que se expresara” Y
añadió “Es también triste, no estar de pie, luchando, viviendo. Ya no puedes
estar con tu compañera, la que nunca te abandonó. Yo estoy triste, por eso.
Porque ya no puedo vivir. Y en ese momento sus ojos, se enmudecieron. Y
concluyó. Para esto te llame. Gracias Jesús.
Al guardar silencio, de nuevo
esa mirada, la mirada de la despedida. Sentado en el borde de la cama, observe
al Gran Ole, al de las tardes de toros. A los días de su juventud, capoteando
aplausos en los redondeles de la vida y corriendo, retozando primero en el
Malecón, en sus años mozos, al llegar de allende las Fronteras. Y en su
madurez, con su jaca de acero y de aluminio, recorriendo sin cansarse, como
buen ciclista. Y después en las postrimerías de su muere, corriendo por ese
mismo malecón. Y dicen que del sueño a la muerte, hay un solo paso. Por ello,
cuando me despedí, extendí, de manera repetida, tres veces mi mano, en un
saludo fraternal. Y me imagine que Heber, estaba a punto de dormir Y en su
sueño, nos vería. Perdón, nos está viendo a todos. Y a todos nos prodiga esa
eterna sonrisa. Para despedirme en estas líneas, comparto una anécdota con
Heber, hace muchos años. Me preguntó ¿Qué es lo que más te lastima de tus amigos,
Jesús? Que no se despidan.
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Conversaciones
con el diablo
Honor merecido. La distinción
que recibiera este fin de semana pasado la a empresaria turística, doña Gloria
DAVIS Verdugo, compañera eterna de don Guillermo Bezinger es un homenaje muy
postergado. Decir doña Gloria es decir el nombre de una mujer al que el estado
le debe mucho. Es una incansable luchadora social. Pionera de la democracia y
defensora incansable de los derechos de la mujer. Para ella mi reconocimiento
más sincero...
El próximo 25 de octubre se
llevará a cabo el Concierto Mundial, importante evento artístico y cultural
para Baja California Sur, en el marco del XVIII Simposium Mundial de Liderazgo
que se realizará del 24 al 28 del presente mes en la ciudad capital.
La doctora Judith Moreno
Berry, rectora de la Universidad Mundial, institución superior anfitriona del
XVIII Simposium Mundial de Liderazgo, afirmó que resulta necesario impulsar la
cultura y el arte a la par de la investigación científica y el desarrollo
académico: “es a través de foros como el XVIII Simposium Mundial de Liderazgo
que se congregan a destacados académicos, catedráticos y expertos en diversas
disciplinas, quienes comparten con jóvenes universitarios y sociedad diferente.
Lo esperaremos...Y con esto nos despedimos deseando lo mejor que es la vida
misma. Y no olviden hagan el bien y sean felices.