Consideran que la situación se debe a la presencia de materia orgánica en el cuerpo de agua. Advierte existe un documento de gestión sobre el sitió Ramsar, pero no se aplica
San José del Cabo, Baja California Sur (BCS).- Doctor Alejandro Maeda Martínez, investigador titular C del Centro de Investigaciones Biológicas Del Noroeste (CIBNOR) y la doctora Hortensia Obregón, técnico titular C del Programa de Planeación Ambiental y Conservación también del CIBNOR, fueron los especialistas en fauna acuática que fueron invitados al tradicional desayuno del Grupo Madrugadores de Los Cabos, ante quienes informaron que el estado de salud del estero es pobre.
Lo anterior, derivado a que el estudio de años que llevan realizando con las poblaciones de langostinos y de peces, se ha observado una disminución en el número de estas especies, lo que consideran se deba al incremento de materia orgánica que está llegando al Estero, probablemente por el incremento de la población humana en el área, la planta de tratamiento o tuberías clandestinas.
Maeda Martínez explicó a los empresarios, que es necesario estar observando cuando se tiren aguas tratadas al estero, éstas cumplan con la norma que exige la ley, pues hay datos ambientales como la cantidad de bacterias coliformes y el nivel de oxígeno disuelto, que provocan que al mezclarse con la materia orgánica en el agua, agarren el oxígeno disuelto y se lo quiten a los langostinos y peces, lo que provoca su muerte.
“En una explicación lógica tendríamos que hacer estudios más precisos para tener certeza, pero con el número de peces y langostinos, consideramos según la tabla de nosotros que sería un estado de salud pobre […] éste se puede mejorar detectando con precisión dónde están las fuentes de materia orgánica, podría ser la misma planta de tratamiento o tuberías clandestinas y como le decía, lo que estamos observando es creo yo un incremento de la población sin control de donde se están instalando, lo que quedó claro ahora que vino el agua”, expuso.
El investigador titular C del CIBNOR, compartió también que la poza de Santa Rosa afecta muchísimo al estero y que si bien en el 2000 registraba un agua cristalina, al día de hoy el agua es turbia y hasta vecinos colindantes de la zona han reportado que está derramando aguas negras, lo que por consecuencia afecta al estero, pues corre por gravedad y por lo cual insistió, se requiere de estudios científicos para establecer bien el diagnóstico de cuánta materia orgánica se está vertiendo, cuáles son sus fuentes y regresar.
En este sentido, señaló que aquí en Los Cabos, en México y en todo el mundo, sobre todo en zonas de temblores y huracanes, construir una planta de tratamiento cerca de cauces naturales como es el caso del estero, es un riesgo y por lo que reconoció, lo más correcto sería reubicar la de Fonatur.
Informó al Grupo Madrugadores de Los Cabos, que en el 2012 Conagua organizó un taller para establecer un documento de gestión, mismo que está muy bien descrito pero lamentablemente no se lleva a cabo y por lo que la tarea de todos, investigadores, autoridades, sociedad civil y empresarios, deben insistir en que se implemente.
“Pienso que si Conagua es quién administra el recurso de agua en el país, es Conagua quién debería hacer que se implemente este documento de gestión, créanme como yo participe y me costó tiempo, dinero y esfuerzo estar en esa actividad, es triste ver que no se cristaliza, no es necesario hacer más trabajo, ya está hecho”, sentenció.
En lo que corresponde a las 85 claves catastrales que hay en la zona, el doctor Maeda manifestó que ahora, tras el paso de las lluvias que dejó la tormenta tropical Lidia, es cuando debe delimitarse el humedal y registrar para la historia, hasta dónde puede llegar su volumen, para a partir de ahí que hacer sus delimitaciones catastrales, “pero ustedes vean ahí después del aeropuerto está el arroyo San Lázaro, es enorme, quien cortó eso, no fue el hombre es la naturaleza, entonces si nosotros no respetamos a la naturaleza vamos a tener problemas”, concluyó.