CIUDAD DE MÉXICO.

De los 491 bienes culturales censados hasta el día de ayer que fueron afectados por el sismo del pasado 19 de septiembre, al menos diez tesoros coloniales y monumentos históricos ubicados en los estados de Morelos, Puebla y la capital del país, se encuentran a punto de colapsar o en peligro de derrumbarse a causa del viento, la lluvia o cualquier otro movimiento telúrico.

Así lo dijo a Excélsior Arturo Balandrano Campos, coordinador Nacional de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de antropología e Historia (INAH), tal como ocurrió con el colpso de la cúpula en la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, en la colonia Guerrero de la Ciudad de México (Excélsior 21/09/2017 y 25/09/2017). Sin embargo, advirtió que la cifra podría incrementarse dramáticamente en los siguientes días.

Esa decena de monumentos en riesgo severo son: el Templo del Carmen que tiene una espadaña fracturada; el templo de San Gregorio Atlapulco, en Xochimilco, cuya torre del campanario colapsó; la iglesia de Los Remedios en San Andrés Cholula, donde cayeron sus dos torreones; el convento de Huequechula del siglo XVI, cercano a las faldas del Popocatépetl, en Puebla, donde colapsó la cubierta.

Y en el caso de Morelos: el Palacio de Cortés, cuya edificación novohispana del siglo XVI tiene un torreón fracturado; el exconvento de San Juan Bautista, en la localidad de Yecapixtla, cuyos elementos góticos y renacentistas destacan y están en vilo ante el colapso de una de sus torres.

Así como el exconvento dominico y la parroquia de la Asunción de María, en Yautepec, donde también cayó su campanario; el exconvento de Santo Domingo en Oaxtepec, del siglo XVI, con afectaciones en uno de sus campanarios; la iglesia de Jojutla, donde se colapsó prácticamente toda su cubierta; y la parroquia de la Asunción de María, en Tenango del Valle, donde la arcada del convento está fracturada.

Quiero decir que estamos en una emergencia nacional, así que tenemos un número importante de inmuebles con daños severos, con el colapso de campanarios, derrumbes totales o parciales”, aseguró el funcionario luego de recibir el informe que los técnicos realizaron en la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, donde el pasado domingo se derrumbó el 50 por ciento de su cúpula, afectando la escuela primaria Estado de Chihuahua, la cual no tendrá clases hasta nuevo aviso.

MATERIAL INESTABLE

Hasta la tarde de ayer, sólo el 50 por ciento de la cúpula en la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, situada en la colonia Guerrero de la Ciudad de México, permanecía en pie. Sin embargo Balandrano reconoció que el peligro de que se derrumbe toda es muy posible”.

“El daño que usted ve es muy severo y, por lo tanto, lo primero que debemos hacer es estabilizar las estructuras del monumento para que no haya otro colapso parcial; ya pedimos a Protección Civil que desaloje la escuela del lado poniente (del edificio histórico) y las casas que colindan en el lado oriente. Por esa razón, la noche del domingo hablamos con los vecinos para informarles que desgraciadamente había un riesgo porque la media cúpula que quedó en pie... no está estable”, advirtió ayer.

¿Cuáles serán los primeros pasos?, se le cuestionó. “Ahorita ya evaluamos y sabemos que hay un riesgo porque la estructura es inestable. Estamos viendo la posibilidad de ver las principales fuentes de riesgo, como esos bloques (remanentes) que quedaron fragmentados en lo alto de la cúpula porque podrían venirse abajo, con el viento, es decir, ya no necesita un temblor”.

A Balandrano se le recordó que previo al colapso de la cúpula, Raúl Delgado Lamas, director de Sitios y Monumentos de la Secretaría de Cultura, afirmó que ésta no sólo es recuperable, sino que, en su experiencia, no colapsaría.

Balandrano desestimó la afirmación y argumentó: “Déjeme explicarle. En esta emergencia nacional estamos dedicando todo el personal disponible de la secretaría para atender este tema, que incluye a especialistas del INAH, de Sitios y Monumentos y del INBA, quienes son los más capacitados para atender estos temas. En ese sentido, trabajamos las tareas de una manera muy responsable, haciéndonos acompañar de los expertos más capacitados del país para determinar qué hacer y cómo hacer lo mejor”.

Además, justificó que tanto la ampliación realizada por Federico Mariscal a principios del siglo XX, como la lluvia, el viento y la réplica del pasado sábado 23 de septiembre, fueron factores para el desplome de la cúpula y no la falta de acción por parte del INAH o Sitios y Monumentos.

Al cierre de esta edición, Delgado Lamas no accedió a hablar nuevamente del tema.

Este templo data de la época virreinal y ha tenido ampliaciones y adiciones a lo largo de su historia, en los siglos XVII, XVIII, XIX y XX, dijo, es más, en el siglo XX se le construyó una cúpula majestuosa pero era muy pesada y pensamos que es la razón por la cual colapsó.

Balandrano reconoció que mientras las autoridades y los expertos del INAH y de Sitios y Monumentos estudiaban la forma en cómo apuntalar la cúpula... el viento, la lluvia y la réplica provocaron su desplome.

La estructura de la cúpula está muy alta –a más de 20 metros de altura– y, mientras estábamos en el proceso de apuntalar, vino el sismo del sábado y en el transcurso hubo lluvias que reblandecieron los materiales y eso dio por resultado que el domingo, sin un sismo perceptible, la cúpula colapsara”.

Además, reconoció que parte del material golpeó la primaria Estado de Chihuahua, que previamente fue dictaminada como segura. “Pero desgraciadamente con el impacto de la cúpula se dañó y se ha restringido el acceso de los niños. Así que deberá volver a ser dictaminada”.

¿Realizarán trabajos de demolición? “El criterio es ver la manera de restaurar este inmueble”.

¿Cuánto tiempo llevará estabilizar el resto de la cúpula? “Ahora es más riesgoso porque la estructura ya no tiene la estabilidad, pero lo estamos haciendo al máximo de nuestras posibilidades, con ayuda de especialistas y estructuristas de la Universidad de Zacatecas y de la oficina de Colinas de Buen, una de la más prestigiadas que están dando su trabajo gratuitamente; y en otros casos participa el Instituto de Ingeniería de la UNAM”.