La policía de Chicago difundió el pasado viernes los videos de vigilancia de un hotel en las afueras de la ciudad donde fue hallado el cadáver de la joven
México
Kenneka Jenkins, de 19 años, fue vista por última vez con vida la madrugada del sábado 9 de septiembre en una fiesta en el hotel Crowne Plaza Chicago O'Hare.
La historia de este caso empezó dos días antes, según información obtenida por The Washington Post, cuando dos personas reservaron un espacio para una fiesta y usaron una identificación robada y una tarjeta fraudulenta, hechos que están siendo investigados junto a la muerte de la joven.
Jenkins dijo a su familia que iba a celebrar un nuevo trabajo en un asilo para ancianos y supuestamente no mencionó la fiesta en el hotel.
El día de la fiesta, la joven camino junto a otras tres mujeres por los pasillos del hotel rumbo a una fiesta en uno de los pisos.
Conforme a la policía, Jenkins estaba junto a otras 30 personas en dicha reunión, aproximadamente la mitad de las cuales ya fueron identificadas y entrevistadas, mientras que el resto está siendo buscado.
Los amigos de la joven han dicho que la dejaron sola en el pasillo para que recogiera las llaves de su coche y su teléfono de otra habitación y nunca la volvieron a ver.
Efectivamente, las grabaciones muestran a Jenkins en los pasillos del hotel Crowne Plaza esa noche.
Se ve a la mujer buscando el acceso al vestíbulo cuando, al parecer, se pierde y va a dar a un área cercana a la cocina, en la parte baja del hotel.
Según las personas que han visto el último video de la joven, ella estaba revisando varias puertas cuando abrió la de un congelador que no era utilizado y se metió.
En algunos de los clips se ve a Jenkins tambaleándose por una zona restringida de la cocina del hotel de la cual, conforme a las investigaciones, no salió.
Las cámaras la registran caminando sola y sujetándose por los pasillos a las 3:27 y a las 3:29 horas.
Después se le ve tambaleándose en la cocina del hotel, que parece estar vacía.
Camina cerca de un fregadero industrial para después salir de la visión de las cámaras a las 3:32 horas, que es la última vez que se le vio antes de que su cuerpo fuera encontrado en el congelador.
La madre de Jenkins, Teresa Martin, recibió una llamada alrededor de las 4:00 horas y se enteró de que los amigos de su hija no podían encontrarla y por ello llamó al 911, según The Chicago Tribune.
Martin fue al hotel para buscar a su hija, pero se le dijo que tendría que presentar un informe de personas desaparecidas antes de poder ver las cintas de vigilancia.
A las 13:00 horas la familia finalmente presenta un informe de personas desaparecidas con el Departamento de Policía de Chicago, lo que dio comienzo a su búsqueda.
La difusión pública de los videos se hace luego de que la familia de la joven y un activista comunitario, Andrew Holes, dudaran de la versión policiaca de que Jenkins entró por si sola al congelador.
Holes dijo que la policía de Rosemont le mostró un video en el que se ve a la joven entrar en el refrigerador por sí misma.
El activista comentó a la cadena WBBM, que Jenkins parecía perdida y que intentó abrir varias puertas para subir al lobby del hotel antes de entrar en la nevera.
Todos queríamos saber: ¿Alguien la llevó abajo? ¿Alguien la obligó a bajar? ¿Había alguien al otro lado de esa habitación a la que ella bajó? Y la respuesta a eso es no", comentó Holmes a la cadena filial de CNN.
En un comunicado, la policía de Rosemont confirmó que mostró la grabación de vigilancia a la familia de Jenkins y a su abogado, Larry Rogers, para que los vieran, bajo su discreción.
Nuestros detectives están trabajando para identificar, localizar e interrogar a todas las personas involucradas”, indicó la policía.
Además, ciertos videos relacionados con la investigación han sido enviados a técnicos forenses para que realicen más análisis”.
Por otra parte, el Hotel Crowne Plaza ofreció esta semana pagar los costos del funeral de la joven.
Todavía están pendientes los resultados de la necropsia por parte de la oficina del forense del condado de Cook.