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Hoy es domingo, 24 de noviembre de 2024

Bombero josefino y su esposa aguantaron poderío de las aguas 9 horas sobre una barda

Apenas regresaron al lugar que salvó sus vidas y estuvieron a punto de abrazar y besar la barda que evitó que se los llevara el agua

Bombero josefino y su esposa aguantaron poderío de las aguas 9 horas sobre una barda

San José del Cabo, Baja California Sur (BCS).- Daniel Flores, paramédico egresado de Cruz Roja y voluntario en Bomberos de San José del Cabo (SJC) y su esposa, llegaron de Guadalajara a habitar al municipio de Los Cabos el pasado mes de febrero y nunca esperaron que la tormenta tropical Lidia los colocaría del otro lado de la moneda, al convertirlos en las víctimas a las cuáles sus compañeros matafuegos, durante toda la noche intentaron rescatar.


En entrevista con El Independiente, Flores compartió que el jueves 31 de agosto, poco antes de las 9 de la noche, cuando vio que la lluvia cedió, se retiró de su turno en Bomberos para dirigirse a trabajar a su otro voluntariado, sin embargo, al circular por la avenida Centenario, a la altura del barrio El Tildillo, la crecida del arroyo fue tal que su auto se apagó y junto con su esposa tuvieron que encontrar un punto alto para resguardarse.


“Me bajé con mi esposa y empezamos a empujar el auto pero ya no nos dejó la corriente, mejor nos subimos a una bardita que tiene una placa y que está en el camellón, lo que vi como un lugar de resguardo para nosotros, gracias a Dios mis compañeros venían de un servicio y nos alcanzaron a ver, no pudimos ni llamar por auxilio porque se mojaron los celulares, la corriente salió de esa parte en los cruces de las calles tan rápido que no hubo chance de nada, mis compañeros querían sacarnos con una cuerda, pero la verdad no bastó y era muy riesgoso salirnos”, relató.


Flores dijo que a pesar de su experiencia como bombero, de estar expuesto a situaciones de alto riesgo como la que se encontraba con su esposa, no contaba con equipo alguno para poder salir de ella y entonces se volvió parte de las estadísticas.


“No nos quedó de otra que subirnos a la bardita y esperar, yo digo que Dios estuvo todo el tiempo con nosotros, qué casualidad que la unidad iba bajando por ahí y que la bardita estaba ahí aun siendo de un material tan sensible cuando el agua estaba arrastrando autos y camiones, fue la única que nos mantuvo, porque sabía que si nos caíamos al agua no sé dónde hubiéramos aparecido, era aguantar y aguantar porque lo peor era caer al río, llegó un momento en que el agua nos llegó arriba de los pies, pero entre las 2 o 3 de la mañana la lluvia cedió y el nivel del agua bajó, lo que nos dio aliento […] estuvimos parados en la bardita de las 9 de la noche a las 6 de la mañana que salimos caminando”, compartió.


Recordó que en ese momento él sólo pensaba en lo importante que era que sus compañeros no se arriesgaran, pues aunque intentaron todo lo que estaba en sus manos por salvarlos, desafortunadamente el equipo y el personal fueron insuficientes para hacerlo y sólo debieron esperar hasta que la corriente bajara, pues quienes nacen como bomberos saben de los riesgos que significa un rescate en aguas turbias, una de las maniobras más peligrosas.


“He sacado gente de esa situación, pienso que a veces Dios te manda ponerte en esas situaciones para que vivas en tu propia piel lo que la gente vive y que el día de mañana te apures más a los servicios, yo soporté todo eso porque estoy capacitado y me considero fuerte, pero quizá otra persona se hubiera rendido, por eso agradezco a mis compañeros que estuvieron junto a nosotros las nueve horas y a Dios por seguir aquí, una historia más que contar de que no hay que salir en la tormenta, era más fácil decir en mi trabajo que no podía llegar a arriesgarme como lo hice, una rayita más al tigre, no nos queda más que la experiencia para compartir a las nuevas generaciones, en mi experiencia de 15 años como bombero a todo mundo le he dicho que nuestro trabajo es muy duro y fuerte, pero no hay nada más difícil que rescatar a uno de los tuyos porque no piensas igual, peleas contra tus sentimientos, quieres dar lo mejor pero no te detienes a pensar y mis compañeros estuvieron ahí todo el tiempo […] ser bombero es el sueño de muchos pero la realidad de pocos”, concluyó.

Bombero josefino y su esposa aguantaron poderío de las aguas 9 horas sobre una barda