• ¿Es Auto atentado la supuesta agresión a escolta del diputado Ernesto Ibarra?, ¿Por qué se niegan a solicitar intervención de la PGR? • ¿Es acaso solo es una manera de llamar la atención política? • Queda en evidencia la credibilidad del diputado aliado de Narciso Agundez quien ya tiene un pie fuera del PAN.
El supuesto atentando que este fin de semana sufrió uno de los escoltas
del diputado federal, Ernesto Ibarra, es un hecho más que tendrá que investigar
la PGR.
Las huellas dactilares en el asunto indican, sin necesidad de ser un
Sherlock Holmes, que se trató de un auto atentado pues qué gatillero con el
menor sentido común le dispara directamente al piso, como lo muestran los
videos de las distintas cámaras de seguridad que había en la zona.
Pero lo más curioso y llamativo, es justamente que ni agredido ni su patrón
quisieron denunciar el hecho ante las autoridades correspondientes.
Es claro que el Doctor Ibarra, más que sufrir un atentando parece ser el
autor de un fallido y desesperado intento por llamar la atención ante la
dificultad que experimenta por aparecer en el ánimo de la población.
Pero, el tiro le salió por la culata y sí logró llamar la atención, pero
de las autoridades federales que tendrán que investigar este hecho que pinta
claramente la impotencia de un político que debe tener claro que no ha hecho su
tarea.
Muchos se cuestionan la clase de nexos que tiene el referido legislador,
pues prestarse a realizar el presunto “atentado”, con un arma de alto calibre, que
no cualquiera puede tener, obliga a una investigación a fondo sobre todo en un
momento en que la sociedad exige conocer la procedencia de todas las armas que
llegan a la entidad.
Conocer un poco más el perfil de Ernesto Ibarra, con acciones como las
que mencionamos, nos permite entender el porqué sin rubor alguno presume ser amigo
del ex gobernador Narciso Agúndez, a pesar del desprestigio social del que este
goza y muy a pesar de que este contradice diametralmente lo que defiende el
partido al que aún pertenece.
Es evidente que la ambición por tratar de alcanzar nuevas posiciones
políticas para Ernesto Ibarra, lo ha llevado a hacer equipo con los Agúndez
Montaño y compañía quienes son ahora férreos defensores del proyecto de Morena
y de Andrés Manuel López Obrador.
¿Porque Ernesto Ibarra no quiere que las autoridades investiguen más a
fondo este hecho considerado ya por muchos como un posible auto atentado?
Es una pregunta que seguramente se mantendrá pendiente de respuesta en
el colectivo ciudadano que ya desde hace tiempo tiene claro que este legislador
simplemente no ha dado el ancho como representante popular.
Queda claro que no es aceptable que políticos de cualquier nivel
utilicen este tipo de artimañas para tratar de llamar la atención y de
“fabricar” un clima social adverso que no existe y que simple y sencillamente
solo pone en evidencia la desesperación e impotencia de un Ernesto Ibarra que
ya sabe bien a estas alturas que su relación con los Agúndez Montaño, no resultó
lo que esperaba, fue definitivamente contraproducente.
Por supuesto, estamos ante una nueva y fallida estrategia del diputado
federal Ernesto Ibarra, posiblemente porque que ya a estas alturas experimenta
el peso de la adversidad política y lo que implica y significa ser aliado de
los Agundez Montaño que encabezan un grupo político de los más rechazados por
los sudcalifornianos en los últimos años.