MÉXICO.

La pirámide de Teopanzolco, en Morelos, recibirá al público en el nuevo Auditorio Cultural Estatal de Teopanzolco. Desde el vestíbulo del recinto, diseñado por el arquitecto Isaac Broid y el despacho Productora, se apreciará el centro ceremonial que en náhuatl significa “El lugar del templo viejo”. Un templo arqueológico que ahora será el telón de fondo para espectáculos musicales y artes escénicas en un recinto con inversión de 210 millones de pesos aportados entre el gobierno federal y el estatal.

En un terreno de 11 mil metros cuadrados, que fuera de la comunidad de los tlahuicas alrededor del año 1200 después de Cristo, el Auditorio Cultural tendrá un escenario al aire libre con gradas para 200 personas, una plaza para espectáculos al aire libre con capacidad de mil 500 a dos mil espectadores, un salón de ensayos, vestíbulos, oficinas administrativas y el auditorio principal con 900 localidades y acústica para óperas de gran formato. En suma se busca un recinto artístico que pueda competir con salas como la del Palacio de Bellas Artes o la Sala Nezahualcóyotl en el Centro Cultural Universitario.

Con un concierto del tenor Fernando de la Mora acompañado de la Orquesta Sintónica Mexicana, dirigida por el maestro Rodrigo Macías, el próximo viernes se inaugurará el espacio que se anunció en 2014. En la apertura también se realizará un performance del colectivo Fóramen M. Ballet, y un videomapping sobre la pirámide de Teopanzolco, informó Nina Serratos, presidenta del fideicomiso público que dirigirá el Auditorio Cultural. Para los primeros gastos de producción y programación, el gobierno estatal aportó el diez por ciento del costo de la construcción: 21 millones de pesos.

Con el fideicomiso se quiere garantizar la programación a largo plazo, que se tenga de viernes a domingo una o dos actividades por espacio, y atender al público de manera permanente sin parar hasta 2018 y después, con la nueva administración, ojalá hagamos una buena sinergia para continuar los acuerdos que hagamos con la comunidad artística. Un aspecto importante es que se instaló un comité técnico que regulará el recinto. Está integrado por mí, que soy la directora del fideicomiso, un representante del gobierno federal que es la secretaria de Cultura María Cristina García Cepeda,

También representantes de la Secretaría Cultural Estatal, de la Secretaría de Turismo, del ayuntamiento de Cuernavaca, de diferentes secretarios del gabinete del gobierno de Morelos y un representante de la comunidad artística que, en este caso, son los Amigos de la Música pero la idea es hacer una rotación de artistas”, precisó Serratos en entrevista, quien buscará también recursos del gobierno federal.

En la década de los 80, en el mismo terreno, se construyó un auditorio que tuvo algunos conciertos de artistas nacionales, pero su actividad se suspendió y era un sitio en abandono. Por lo que el nuevo proyecto es, dice la directora, el rescate de un espacio público que, además de actividad cultural, revalorará el pasado arqueológico. Por lo que se buscará una colaboración directa con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para planear actividades en conjunto, como recorridos nocturnos por la pirámide.

A ello responde que el diseño arquitectónico se integre con la construcción prehispánica. Un diálogo visual directo. El auditorio está formado por un juego geométrico de plazas rectangulares y edificios triangulares inclinados para crear plataformas panorámicas hacia el paisaje de la ciudad de Cuernavaca. De acuerdo con el reglamento del INAH, el nuevo edificio no debe rebasar la altura de la pirámide, y no se permitió que se excavara más de 20 centímetros de profundidad para evitar daños a la zona arqueológica.

El proyecto de los arquitectos detalla que se usó la figura del triángulo para los edificios por dos razones: primero, para reutilizar la segmentación original del terreno y no excavar más, y al continuar el trazo se formó un triángulo. Segundo, porque esta geometría tiene un menor impacto visual con relación a la presencia de las pirámides; así ambas construcciones se incorporan en un solo conjunto y se cumple la petición del INAH de no cubrir la visión de la zona arqueológica.

Para aprovechar los espacios abiertos como escenarios, se le dio énfasis a la plaza llamada 360 grados por la forma circular de las gradas; ahí se programarán actividades masivas. Y al mismo tiempo la explanada del recinto hace las veces de vestíbulo o espacio artístico. Entre el auditorio principal y las áreas al aire libre se puede tener hasta tres mil personas al mismo tiempo. Además de la cafetería en la terraza, baños y áreas verdes.

No existía algo similar en el estado, y me atrevería a decir que a nivel regional se va a posicionar muy bien. Es un proyecto que queremos sea de largo aliento y estoy segura de que en muy poco tiempo podremos colocarlo a nivel nacional, porque de entrada los espacios que ofrece no tienen similar y, sobre todo, el privilegio de que se tenga a un costado el recinto arqueológico”.

Sobre la programación, Serratos detalló que se planean actividades simultáneas. Por un lado espectáculos al aire libre, como conciertos de música pop y presentaciones escénicas de gran audiencia; mientras en el auditorio principal se planeará proyectar óperas del Metropolitan Opera House (MET), y alguna producción en vivo. Además, será sede de festivales nacionales; por ejemplo, en octubre próximo recibirá dos espectáculos de la programación del Festival Internacional Cervantino.

Estamos pensando en artistas del jazz, pop, bel canto y óperas, porque tenemos un escenario de 19 metros que nos permite espectáculos de gran formato. La idea es tener una gran diversidad de oferta para todos los públicos, generar nuevos públicos y, a la vez, ser sustentables en el sentido de generar nuestros propios recursos. El costo de las entradas es accesible, tomando como referencia al Palacio de Bellas Artes o el Teatro de la Ciudad de México, con los descuentos habituales a estudiantes y los programas sociales del estado”, puntualizó quien fuera coordinadora del Sistema de Teatros de la Ciudad de México.