San José del Cabo, Baja California Sur (BCS).- A pesar de que en la mesa de abasto de empresas privadas que se instaló desde el pasado mes de mayo y que encabeza el delegado de Economía, Aurelio Ruiz Zambrano, se garantizó que en esta temporada de huracanes se garantizaría el abasto a la población y por lo tanto, no se prevé que haya escasez, la población cabeña quedó bien aleccionada después de Odile y desde el martes 29 de agosto, comenzaron a surtirse o realizar las llamadas, compras de pánico.

Los supermercados y tiendas de la esquina mostraban llenos totales a cualquier hora del día, siendo uno de los principales productos demandados el agua, sin embargo, para la tarde del miércoles 30, comenzaron a escasear otros varios como atún enlatado, linternas, papel higiénico y limpiadores para automóvil.

Asimismo, los expendios que rellenan agua para consumo humano estuvieron al tope de trabajo y era posible notar a ciudadanos con hasta 10 garrafones surtiéndose; los OXXOs ni qué decir, la mayoría de los ubicados en San José del Cabo (SJC) sin garrafones.

Las gasolineras no hicieron diferencia y a pesar de aún no ser quincena, los habitantes de Los Cabos no sólo llenaban sus tanques, también llevaban remolques con motocicletas y tambos para llevarse gasolina, muchos de ellos compartieron a El Independiente, para poder habilitar las plantas de energía que adquirieron después de la experiencia que dejó Odile, de hasta más de un mes sin luz.

Se estima que la tormenta tropical Lidia genere vientos superiores a los 100 kilómetros por hora, los cuáles a decir del reporte del Servicio Meteorológico Nacional podrían dejarse sentir en San José del Cabo (SJC) a partir del mediodía de hoy jueves, así como intensas lluvias y oleaje elevado.