• Fracasó el delegado del CEN del PRI Aarón Irizar en lograr dirigencia de unidad en el comité municipal de La Paz • Los 221 consejeros de manera secreta elegirán el 09 de agosto entre las planillas que conforman Thalia Agúndez - Carlos Rodríguez y Abimael Ibarra - Maricela Ayala • En la elección del PRI municipal quedará sellado el destino de la dirigencia estatal y hasta de las candidaturas para el 2018
Definitivamente el gran reto
de los priistas es evitar a toda costa que la división siga haciendo mella en
sus filas y lograr por lo menos la unidad necesaria para llegar a procesos
internos que reflejen el verdadero sentir de su militancia. Desgraciadamente
para los integrantes del PRI el comité nacional de este organismo envió estas
tierras como representante al senador Aaron Irizar, quien simple y
sencillamente no ha podido con el paquete.
El senador sinaloense se ha
pasado tiempo entre simulaciones y más simulaciones que no solo ha generado
molestia de la verdadera militancia del tricolor, sino hasta desesperación y en
algunos casos más decepción.
Vaya el representante del CEN
ya no entendió definitivamente, no solo la idiosincrasia ciudadana del
sudcaliforniano en general, sino la idiosincrasia política del priista de estas
tierras que no se conforma con solo buenos deseos.
Sin embargo, dentro de la terrible
división que existe en este organismo político literalmente desde 1999, cuando
la política de la imposición de la dirigencia nacional probó de manera
contundente que no siempre es la mejor opción y el tricolor perdió la
gubernatura, parece que han llegado al mínimo acuerdo de hacer una especie de
consulta a los conejeros municipales para elegir a la futura dirigencia del
comité municipal del PRI de La Paz.
Imagínese nada más.
Si así de reñido se observa la
lucha por el comité municipal paceño, calcule usted amable lector cómo se
pondrá la lucha interna por lo que será la nueva dirigencia estatal que se
supone se tratará de trabajar una vez que concluya la conformación del comité
priista paceño.
Quedó claro que Aaron Irizar
no pudo y fracasó en su intento de lograr un acuerdo para una dirigencia municipal
paceña de unidad, por lo que se registraron en atención a la convocatoria
respectiva que se cerró la noche del pasado 20 de julio, dos planillas que irán
a una elección por medio de los consejeros.
La primera fórmula está
integrada por Thalia Agúndez y Carlos Rodríguez Matilla, para presidente y
secretario general, respectivamente, mientras que la segunda fórmula está
conformada por Abimael Ibarra y la exdiputada local Marisela Ayala, de igual
manera para presidente y secretaria general, respectivamente.
La falta de operación política
adecuada del presentante del CEN priista, llevó a este punto el proceso de
selección interna a la dirigencia municipal del PRI paceño por lo que ahora
tendrá que correr el riesgo de que los consejeros voten por quienes menos se
espera.
Desde luego que tendrá que
realizare la operación política respectiva con los 221 conejeros que votarán de
manera secreta, directa e intransferible, el miércoles 09 de agosto, día
convocado para tal efecto.
Que la votación sea secreta es
por supuesto una característica que pondrá de manifiesto el sentir de los
priistas de La Paz y desde luego la capacidad de operación de los líderes
priistas que a nivel estatal están definitivamente involucrados en este
proceso.
Incluso quedará en claro si
esos consejeros aún pertenecen al grupo político que los llevó a esas consejerías.
Tanto los senadores Ricardo Barroso
e Isaías González, como la diputada federal Esthela Ponce y el delegado de Sedesol
en la entidad Juan Alberto Valdivia, tienen puesta la atención en este proceso
municipal que definitivamente es un claro ensayo de lo que puede ser la futura
definición de la dirigencia partidista estatal.
De lo que se defina en el PRI
municipal de La paz, el próximo 09 de agosto, seguramente quedarán perfiladas
no solo la nueva dirigencia estatal, sino incluso las propias candidaturas del
tricolor a los puestos de elección popular que estarán en disputa en junio del
año que entra.
Así de trascendente se
convirtió renovar al PRI municipal, de ahí la magnitud de la torpeza política
del pésimo representante del tricolor nacional, senador Aaron Irizar, que ya
desde ahora no parece tener buenas cuentas que rendir a su jefe político,
Enrique Ochoa Reza, presidente nacional del tricolor.
Ya veremos qué sucede.