• Se agrava división en el PRI ahora exigirán militancia “pura” a aspirantes a dirigir el partido • Barroso pierde fuerza, los representantes de los sectores sociales confrontados con su dirigencia estatal • Pesada labor en puerta para el secretario de organización del CDE Noé López Ramírez
Definitivamente los problemas
al interior del tricolor parece que no se acabarán nunca mientras que exista la
terrible división de la que son víctimas mismas que parece ahondarse ahora que sus
dirigentes se pondrán muy estrictos con lo que se refiere a la “militancia pura”,
es decir que se tomarán en cuenta para los nuevos cuadros directivos solo a
priistas que nunca se hayan ido de ese partido y menos que hayan militando en otro
organismo político.
¿Pero cómo podría este
argumento tener peso al momento de las decisiones que están a punto de tomar el
tricolor sobre todo en lo que se refiere a la dirigencia municipal del PRI en
La Paz, en donde todo parece indicar que finalmente Ricardo Barroso no podrá
meter las manos con la esperanza de alcanzar la posibilidad de llegar a la
dirigencia estatal antes de que concluya el mes de julio?
La estrategia surge
fundamentalmente porque los llamados sectores del tricolor, con excepción de la
CTM que representa el diputado local Amadeo Murillo Aguilar, no están de
acuerdo con las propuestas que se espera haga el grupo político de Ricardo Barroso.
Así que se buscará el voto directo
de quienes puedan sufragar, siempre y cuando estos sean de militancia pura.
Obviamente habrá mayor
división que la ya existente, si se trata de aplicar este criterio, ya que
dentro de los más destacados militantes de hoy en día en el PRI existen figuras
que ya aptaron por otros partidos como el PRD por ejemplo y ahí se ubican
militantes como Fernanda Villareal que actualmente representa al movimiento de las
mujeres priistas en la entidad y el mismo Abimael Ibarra, quien es uno de los
más serios aspirantes a dirigir el tricolor paceño.
Desde luego que algunos de estos
nuevos priistas que ya no tienen militancia pura, incluso en su memento fueron
candidatos del PRI a pesar de provenir de otras fuerzas, pero todo parece
indicar que en aquella ocasión pudieron pasar por encima de lo que dice el
estatuto en este rubro porque para ser candidatos se arroparon en un convenio
de coalición que solo para aquel proceso electoral, dejó sin efecto algunos
estatutos.
Pero para las decisiones
partiditas, es decir para las acciones que desde su interior en cualquier
partido político, solo los militantes efectivos pueden adoptar, será difícil quitarse
la etiqueta de que ya alguna vez compitieron y lucharon justamente contra el
tricolor.
Obviamente ahora las
circunstancias son otras y mientras que a algunos les conviene demostrar amnesia
política a otros les urge presumir que efectivamente cuentan con una excelente
memoria que ahora se pondrá de manifiesto con la idea de evitar que los
espacios directivos que están en disputa queden en manos de priistas renovados
que según se ha dicho, han machado al PRI de otros colores principalmente de
amarillo.
Queda claro que la tarea para
la secretaría de organización que encabeza Noé López, tendrá mucho trabajo en
este aspecto en donde el currículum de sus militantes tendrá que estar lo más limpio
que se pueda, libre de olores y texturas de otros partidos, en cuanto a la
militancia priista que literalmente ha sufrido de todo y que para colmo de males,
por ahora no se vislumbra en el horizonte de a victoria para el próximo proceso
electoral de junio del 2018.
Claro que para muchos priistas
tener una representación por pequeña que sea al interior de su partido, es como
tener la única y última botella de agua en medio de un calcinante desierto político
tan abrumador que amenaza otra vez con colocar al tricolor en una posición
menor que años anteriores en la escala de los partidos electoralmente competitivos
en la entidad.
Definitivamente en el PRI las
cosas están muy mal y cada día que pasa todo indica que estarán peor.
En el tricolor la situación
está tan grave que la lucha es como cuando caninos pelean por un hueso aunque
no tenga absolutamente nada de carne.
La división y la confrontación
interna es encarnizada, todos sus líderes y aspirantes a dirigir, quieren un
hueso que roer por seco y lánguido que este se encuentre.
Por supuesto ahora quieren
hacerlo solo entre priistas “puros”.
¡Qué cosas!