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Hoy es domingo, 24 de noviembre de 2024

María Cristina García Cepeda; rechaza inmovilismo

En entrevista con Excélsior, la secretaria de Cultura asegura que administrar el sector en México “no es un trabajo de varita mágica”

María Cristina García Cepeda; rechaza inmovilismo

CIUDAD DE MÉXICO.

La secretaria de Cultura federal, María Cristina García Cepeda, dice que le “gusta” le recién aprobada Ley General de Cultura y Derechos Culturales, pero difiere con ella. Para la funcionaria, el mandato que le impone la Ley de asignar “tarjetitas o valecitos” de cultura, le parece demagogia y afirma que en su administración será más importante llevar brigadas a lugares apartados para instalar pantallas en lugares públicos, donde se puedan proyectar funciones de danza, teatro o música, que entender los vales de cultura como un “programa asistencialista”.

No lo entendemos como ir a repartir vales. Para mí sería muy fácil irme ahorita en una avioneta al lugar más apartado y desde ahí tirar vales para que todos los recojan, pero, ¿de qué te va a servir un vale si ahí no hay una biblioteca, ni un teatro o una librería? No queremos que sea demagógico ni que sea algo asistencialista. A mí me encantó, no el nombre, yo no entiendo vales de cultura como tarjetitas o valecitos”, dice la funcionaria en entrevista.

García Cepeda está cumpliendo medio año al frente de la Secretaría de Cultura, a donde llegó en enero pasado para sustituir a Rafael Tovar y de Teresa luego del deceso del funcionario. En la primera sesión de entrevistas que ofrece desde su llegada al puesto, afirma que administrar la cultura en México “no es un trabajo de varita mágica” y que si entre la comunidad cultural existe la sensación de que no se está haciendo nada en la secretaría, es porque ha decidido privilegiar el trabajo antes que exponerse a los medios de comunicación.

A veces los medios de comunicación tienen información parcial, yo creo que nos tienen que ayudar, porque son quienes nos permiten dar a conocer el trabajo que estamos haciendo. Yo difiero: cuando dicen que no está pasando nada en la Secretaría de Cultura, yo quiero adjudicarlo a que yo no he salido a los medios a decir lo que estamos haciendo; he tenido mucho trabajo, he salido a los estados, estamos haciendo muchas cosas, pero me ocupo más del trabajo que de estar en los medios de comunicación”, justifica.

Maraki, como la llaman sus amigos, ocupa los primeros diez minutos de la charla para definir el perfil con el que, dice, se asume como parte de un gobierno. Primero, vuelve a hablar de su compromiso con la cultura y de su interés en ella; después, cuando se le insiste, sostiene que le gusta asumir un perfil de liderazgo: “en la medida de que haya liderazgo se podrá llegar a buen puerto, hablo de un liderazgo no autoritario, un liderazgo donde hay que escuchar las voces, incluyente, plural, con compromiso. Si uno no ama lo que hace, difícilmente lo puede hacer bien; de ninguna manera me impongo, aquí no hay autoritarismo ni hay decisiones unilaterales”.

A García Cepeda le tocó tomar un barco que de manera maltrecha comenzaba a andar. Los problemas de salud impidieron a Tovar y de Teresa perfilar completamente la dependencia creada el 17 de diciembre de 2015: “A mí me toca llegar a consolidar una Secretaría de Cultura”, afirma. Desde que Enrique Peña Nieto llegó a la Presidencia ella sonó fuerte para encabezar el entonces Conaculta; su nombre se vinculó como uno de los más sólidos al lado del mandatario, quien acabó nombrándola como secretaria aun cuando su perfil como funcionaria siempre fue más bien discreto, al grado de que se le comenzó a definir de un perfil más bien timorato.

En marzo pasado, cuando dio a conocer los ejes que regirán su administración en lo que queda del sexenio, la funcionaria fue criticada por no presentar nada novedoso ni arriesgado. En gran medida justificó la situación por los recortes que afectaron a la dependencia.

Ya más encanchada, responde que ella no fue responsable del recorte que sufrió la secretaría en 2017, y que para 2018 no dejara de insistir en la importancia de que la dependencia reciba más recursos, aunque tiene cuidado de no comprometerse demasiado.

“Yo llegué en enero de 2016, en octubre de 2015 se designa el presupuesto, es una negociación que no me toca a mí llevar a cabo. Llegué a una secretaría con un presupuesto ajustado y mi compromiso es hacer más con menos. ¿Qué estamos haciendo ahora? Estamos trabajando en el presupuesto del año entrante, estoy haciendo reuniones con cada una de las instituciones de esta secretaría, ya están haciendo su programa de trabajo y determinando cuáles son sus prioridades. Nosotros siempre estaremos buscando mayor presupuesto para la cultura; yo espero lograr los mejores resultados, aunque todo esto no depende de mí sino de la situación general”, afirma.

—¿En qué cifra esta pensando?, se le pregunta.

“Es muy difícil hablar de cifras, creo que sería muy desafortunado de mi parte hablar de una cifra cuando tendríamos que ver cuál va a ser la situación económica del país, lo que sí puedo decir es que no cejaré de hacer ver a las instancias correspondientes la importancia de la cultura y que esta se vea como una inversión y no como un gasto; cualquier peso invertido en la cultura es para beneficio del desarrollo del país, tocaré todas las puertas que sean necesarias para hacer ver la importancia de nuestra cultura en el desarrollo de nuestro país, soy una convencida de eso y en eso sí me siento líder para defenderlo.

“Yo soy más positiva que tú, no veo el vaso medio vacío sino lo veo medio lleno”, dice García Cepeda. La funcionaria cree abiertamente que en los medios de comunicación hay una visión negativa perenne de lo que hace. Ella, por ejemplo, a pesar de no estar de acuerdo con temas como los vales de cultura, dice que está satisfecha con la Ley General de Cultura y dice que ya trabaja en el Reglamento que la regirá. “Me gusta la ley, aunque siento que se puede enriquecer con muchas cosas, pero al paso del tiempo irá sucediendo. Siempre hay voces que difieren, lo que debemos de celebrar es que exista, yo celebro que exista una Ley de Cultura, no podría calificar si es light o no, yo califico que qué bueno que ya tengamos una Ley de Cultura”.