Cabo San Lucas, Baja California Sur.- Casi 8 meses han transcurrido desde que la Procuraduría General de la Republica (PGR) realizó un operativo para terminar con los presuntos casos de explotación infantil en la marina de Cabo San Lucas (CSL) y aunque las mujeres que fueron detenidas durante el operativo a fueron liberadas, las autoridades y la sociedad continua vigilando que casos similares no vuelvan a ocurrir.

Aunque tras el operativo de la PGR se inhibió considerablemente la presencia de mujeres y niños vendedores en la marina, de manera esporádica se pueden volver a observar, tal como lo comprobó El Independiente en un recorrido en la marina, donde a plena luz del día pudo observar a una mujer con un niño en brazos pidiendo limosa, quien al sospechar que era fotografiada se retiró del lugar. 

Héctor Montaño Cota, gerente de la Administración Portuaria Integral (API) informó que dentro de sus actividades esta vigilar la marina y al detectar casos de mujeres o niños vendiendo se les pide se retiren del lugar, toda vez que pueden terminar privadas de su libertad por presuntamente explotar a menores. 

“En materia de la vigilancia que se hace en la marina respecto a las señoras que vienen con niños a querer comercializar alguna mercancía se les invita a abandonar la marina, a no llevar a cabo esa actividad porque pudieran incurrir en un delito y ser detenidos por la instancia correspondiente. Nuestra tarea, nuestra función a través del comité de vigilancia de la API es invitarlas a que no lleven a cabo una actividad comercial y que en caso contrario abandonen el área del recinto portuario y se eviten la pena de ser privadas de su libertad como sucedió meses anteriores”.

Si bien la API no es la autoridad encargada de detener o sancionar a las personas que llegan a la marina para presuntamente explotar niños, si pueden realizar una tarea de persuasión y pedirles que se retiren del lugar, sin embargo, es necesario que la PGR aumente su presencia en el lugar, para tratar de erradicar totalmente los casos de explotación. 

“La vigilancia personal y electrónica es de gran ayuda para llevar a cabo esta labor, los rondines son permanentes, son zonas muy ubicadas, claras y previstas donde este tipo de personas pretenden realizar su labor, que es la parte que colinda con la ciudad con la parte centro, que son las partes que hemos visto de algunas señoras, algunos niños y ojalá que se pudiera solucionar de manera definitiva este problema”.

Montaño Cota pide a las autoridades correspondientes como DIF o la PGR mayor atención para que puedan brindar a los niños el cobijo y cuidado en una casa hogar administrada por el propio Programa de Protección al menor del DIF y que las mujeres pudieran desarrollar otro tipo de actividad que no sea el comercio informal en un área federal como lo es la marina.