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Hoy es domingo, 24 de noviembre de 2024

Sexto Piso; El limbo cubano

Las crónicas reunidas en el libro La tribu, de Carlos Manuel Álvarez, dan cuenta de la actualidad de la isla a través de algunos de sus personajes más emblemáticos

Sexto Piso; El limbo cubano

CIUDAD DE MÉXICO.

La historia de Cuba es la de sus personajes, dice a Excélsior el narrador y periodista Carlos Manuel Álvarez (Matanzas, 1989), autor del libro La tribu. Retratos de Cuba, que incluye un conjunto de crónicas que asumen una misión suicida: trazar un recorrido íntimo dentro de Cuba, entre 2014 y 2016, luego de que Barack Obama retirara el bloqueo a la isla y comenzara el restablecimiento de las relaciones bilaterales con Estados Unidos.

Estas crónicas, explica su autor, no sólo demuestran que “la política es una pezuña negra que siempre aparece en la historia de los personajes”, sino que reúnen otra mirada sobre Cuba, donde lo mismo aparece el compositor y bajista Juan Formell, creador de la famosa orquesta Los Van Van, que el beisbolista José Ariel Contreras, el primer pelotero que dejó Cuba para jugar con los Yankees de Nueva York y más tarde se convertirá en el primer desertor que pudo retornar a Cuba.

También aparece un grupo de profesionales de la salud que formaron parte de la brigada médica cubana que viajaron a África para ser utilizados por el sistema político de Fidel Castro con el fin de legitimar su discurso político; o el relato de Charles Hill, el hombre que se vio involucrado en la muerte de Robert Rosenbloom, teniente de la policía de Albuquerque.

Todos estos personajes forman parte del relato “de un país que da tumbos y se desgaja, que permanece en el limbo e improvisa”, apunta Carlos Manuel Álvarez.

Lo que hoy veo en Cuba es un país sin método que va dando bandazos en un país que padece y se desgaja; es una realidad donde no veo un modelo de país ni una ruta definida o un proyecto determinado, porque en realidad estamos abocados completamente a la improvisación y al capricho de alguien”.

¿Quién es ese “alguien”?, se le inquiere al autor. “Ya no sabemos quién es ese alguien. Porque Raúl Castro tiene 86 años y en 2018 dejará de ser presidente del Consejo de Estado de Ministros, que se mantendrá al frente del Partido Comunista hasta 2021, como guía de la política cubana. En realidad, nosotros no sabemos hacia dónde vamos. Me parece que el futuro de Cuba dependerá del egoísmo y de las pugnas de los sucesores del castrismo. Aun así el panorama hoy no es claro y en lo personal no encuentro ningún signo alentador”.

¿No es un libro que se desactualiza en el momento en que Donald Trump revierte las medidas de Obama?, se le cuestiona. “El libro abre con el 17 de diciembre de 2014, el momento en que se reinician las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana después de 50 años, cuando cae el último bastión de la Guerra Fría. Pero el libro también habla de un país independientemente que está sucediendo por debajo de todo eso, con sus traumas, sus conflictos y su historia”.

Y añade: “Por otra parte, quiero decir que Trump no ha revertido nada. Lo que hizo hace unos días fue anunciar, por el momento, dos medidas muy menores en comparación del gran cambio que ha supuesto la reapertura de las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y La Habana impulsado por la administración Obama”.

¿Qué medidas continúan? “Las embajadas permanecen, Cuba está fuera de la lista de patrocinadores del terrorismo, los vuelos y los cruceros regulares se mantienen, los cubanos pueden seguir enviando remesas a Cuba y pueden viajar sin problemas; lo único que Trump tocó es la posibilidad de que empresas estadunidenses hagan negocio con empresas cubanas, y que ciudadanos estadunidenses viajen a Cuba. Los cambios son menores y no creo que haya una intención real, más allá del discurso retórico de Trump, de revertir completamente las medidas de Obama”.

LOS SOBREVIVIENTES

 

Publicado por la editorial Sexto Piso, La tribu. Retratos de Cuba es una guía que cuenta las historias de algunos de los que han vivido y sobrevivido a la gran epopeya revolucionaria que ahora se termina, comenta el cronista Jon Lee Anderson al respecto de este libro.

Aquí están “las aventuras y los calvarios de unos cubanos que se van de la isla, buscando fortuna en el norte, como la vida de un gran poeta que ha sido escasamente publicado y se resigna a morir en el anonimato, las cotidianeidades de una exbailarina del Tropicana que vive en un vertedero de basura; la odisea de una madre empeñada en recuperar el cadáver de su hija tras el suicidio de ésta en otro país... acá está la Cuba que existe de verdad. Acá está la Cuba que perdura, la querida, la triste y la aborrecida, la de los versos de boleros y ahora de reggaeton, la que es para siempre, se quiera o no”, añade.

¿Por qué los personajes de mural cubano no abandonan el tema de la política? “Digamos que si vas a contar el país, digamos, el país raso, no hay manera de evitar el tema de la política que, a su vez, determina la vida de los cubanos. No es una elección mía, sino que al mantener una mirada honesta sobre lo que ocurre en Cuba, el tema es inevitablemente. Porque nuestra vida está sumamente politizada y totalmente metida hasta nuestras casas. La política siempre es esa pezuña negra que aparece en algún momento y nos determina”.

En el caso del pelotero, añade, me interesaba contar una historia icónica de la cubana contemporánea, es decir, hablamos de un atleta ilustre, una figura reconocida en Cuba, probablemente nuestro mejor beisbolista, pero a la vez era una figura con un alto perfil político. Digamos que era el niño mimado de Fidel Castro, hasta que decidió dar el brinco y se fuga de la concentración para irse con los Yankees de Nueva York, para jugar en las grandes ligas. En ese momento desapareció del mapa nacional, a pesar de que en 2013 volvió a Cuba con la nueva reforma migratoria que impulsó Raúl Castro.

¿Qué reflejan de Cuba los médicos que viajan a África y son utilizados como propaganda? “Tiene muchos matices. Porque el relato oficial nos dice que estos médicos legitiman un discurso político donde se habla de esa solidaridad de la brigada médica cubana que va a África y a Latinoamérica, pero al mismo tiempo no reciben la remuneración que merecen, por lo que muestran la parte más oscura de ese sistema”.

Por último, el autor reconoce que en este momento Cuba vive un cambio en lo económico. Sin embargo, lamenta en que el panorama no es alentador: “Muchas personas dicen que no ha habido ningún cambio importante y están en lo cierto. Pero a nivel social, económico y cultural sí se aprecian cambios en la vida cubana; digamos que la esperanza está en que esos cambios modifiquen la estructura social de Cuba y lleguen a ser suficientemente sólidos para despertar un ejercicio de ciudadanía, provoque un cambio político”.