Edmundo Salgado ha tenido muchos problemas para mantener a unidad del tricolor, misma que se agrava incluso con la salida de cuadros...
• El PRI espera nombrar nuevo presidente estatal antes del 15 de julio, si supera su fuerte división interna
• Nombrar dirigente y candidaturas genera enorme presión al tricolor que está a punto de reventar
• Por lo pronto ya registra la renuncia de militantes destacados como Omar Zavala presidente de la fundación Colosio
Para el trascurso de este mes y a más tardar el 15 de julio, se espera que el PRI realice cambios en su dirigencia estatal mientras que el resto de los partidos definen también por su parte, cómo será su participación en el proceso electoral del 2018.
Efectivamente mientras que el PAN busca aliarse con el PRD a nivel nacional y Morena se reorganiza con muchos experredistas sudcalifornianos, el PRI espera que a finales de este mes o a más tardar a la mitad de julio, renueve su dirigencia estatal que actualmente encabeza el muy cuestionado barrosista Edmundo Salgado Cota.
Edmundo Salgado ha tenido muchos problemas para mantener a unidad del tricolor, misma que se agrava incluso con la salida de cuadros distinguidos entre los que se cuenta con el exdiputado local Omar Zavala quien como presidente de la llamada “Fundación Colosio”, ahora han preferido apoyar el movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
Por ello el reto para los priistas es evitar que haya más salidas de militantes para tratar de plantear un proyecto convincente contra el PAN que es el partido gobernante en la entidad y a quien tratarán de derrotar, aunque el blanquiazul hasta ahora parce concentrado en su organización interna sin mayores problemas, mientras que la posibilidad de aliarse con el PRD como lo planteó su dirigencia nacional está aún muy lejana a nivel local.
Sin embargo, el tricolor todavía padece de fuertes diferencias que existen principalmente entre los grupos políticos que encabezan la diputada federal, Esthela Ponce y los senadores Ricardo Barroso e Isaías González, dirigente nacional de la CROC.
La división interna en el PRI es tan grave en la media península que esperan que su dirigencia nacional que encabeza Enrique Ochoa, luego de consolidar sus aparentes triunfos en el Estado de México y Coahuila, visite la entidad para realizar de una vez por todas los cambios en su dirigencia estatal.
Como quiera que sea en este momento la perspectiva política del tricolor está más perfilada hacia otra derrota precisamente porque no han podido consolidar su potencial político justamente por la división interna aparentemente insalvable desde hace ya varios años.
Sumado a ello el desprestigio de la diputada Esthela Ponce quien tiene en su contra más de 20 de denuncias ante la PGR y la PGJE por presunto desvío de recursos públicos, será un elemento que seguramente afectará sus procesos internos y por supuesto externos.
Por lo pronto los nombres del regidor Jesús Flores Romero, el diputado Joel Vargas Aguiar, el exdiputado local y excandidato perdedor a la alcaldía de La Paz, Axxel Sotelo, Anita Beltrán y el propio senador Ricardo Barroso, suenan con insistencia como aspirantes a dirigir los destinos del tricolor estatal.
Vale decir que ya se quedó en el camino Fernanda Villareal, quien se conformó con ser nombrada titular estatal del movimiento de mujeres priistas (OMPRI) y dejó por la paz su airado discurso en la lucha por obtener la presidencia de tricolor.
El PRI local tendrá que trabajar intensamente por lograr un mínimo de unidad requerido inevitablemente, primero para nombrar una nueva dirigencia convincente que pueda trabajar en para definir posteriormente las diferentes candidaturas que sean más o menos confiables si quiere tener condiciones para competir en el 2018.
Por su parte, el resto de los partidos parecen avanzar hasta ahora sin mayores problemas hacia el próximo proceso electoral.
Por ello, los priistas requerirán de mucho talento y habilidad política ya que ambos procesos, nombrar dirigentes y candidaturas están a punto de mezclarse y de definirse casi al mismo tiempo lo que definitivamente puede convertirse en una bomba de tiempo para el tricolor.
Tendrán que hacer uso de toda su habilidad y experiencia política en la toma de decisiones, de lo contrario, los priistas están condenados a una derrota electoral más.
¿No le parece así amable lector?