Obviamente estas renuncias, aunque se diga lo contrario por su cuestionado dirigente Edmundo Salgado
• Inicia desbandada de militantes del PRI ante cerrazón de su dirigencia nacional y estatal
• Se van a MORENA por candidaturas lo que parece ser peor el remedio que le enfermedad
• EL PRI de Edmundo Salgado se derrumba ate el descrédito de sus líderes políticos
El PRI sudcaliforniano que hasta ahora no ha salid del enorme bache en el que se encuentra desde hace varios años, se enfrenta ahora a la renuncia de destacados militantes que al observar la cerrazón que encabezan los mismos tres grupos políticos ya tan conocidos, arece anunciar con su salida una derrota más de este partido en el próximo proceso electoral del 2018.
Obviamente estas renuncias, aunque se diga lo contrario por su cuestionado dirigente Edmundo Salgado, sí afectan y en serio a este organismo político cada vez más desacreditado.
Esas renuncias que no son solo de militantes de base sino líderes y personajes ya consolidados, ponen al tricolor en una condición muy desfavorable ante la competencia del próximo proceso electoral del 2018.
Ya desde ahora las sangrías que se observan en este partido, pueden afectar seriamente la posibilidad de que los priistas armen una propuesta suficientemente convincente para el electorado.
En la entidad el PAN gobierna sin tener hasta ahora mayor oposición que la del PRI, sin embargo, con la salida de actores políticos como el exdiputado Omar Zavala y hasta hace una semana, presidente estatal de la Fundación Colosio y de Valerio Castro, el excoordinador de la campaña del entonces candidato a gobernador, Ricardo Barroso actual senador priista, pone de manifiesto que la unidad en ese organismo político, está muy frágil.
Así que la salida de estos priistas mencionados que han anunciado que se sumarán a MORENA, puede hacer que otros militantes tomen la misma decisión y golpear aún más la ya de por sí deteriorada imagen del tricolor sudcaliforniano.
Será definitivamente muy difícil para el PRI llegar al próximo proceso electoral con posibilidades reales de triunfo por lo que habrá que esperar si en los próximos días, se registran más renuncias de priistas que de alguna manera advierten ya desde ahora que no obtendrán mayor reconocimiento ciudadano si se mantienen en el Revolucionario Institucional.
Por ahora los priistas que abandonaron estas filas se están sumando a MORENA que por su parte seguramente presentará sus nuevas caras en la próxima visita de su líder moral Andrés Manuel López Obrador, programada para este fin de semana en esta capital.
Así que el PRI además de soportar las informalidades de Ricardo Barroso que se perfila para ser el nuevo presidente del comité estatal de este partido y las pésima y descreditada imagen de Esthela Ponce quien cuenta con más de 20 denuncias en su contra por el presunto desvío de recursos públicos, tendrá que sortear ahora el hecho de que la desbandada priista ya empezó.
Obviamente no parece ser tampoco una buena idea sumarse a la camarilla de supuestos izquierdistas que armarán el comité de recepción para López Obrador, sin embargo, los ahora expriistas han optado por participar con el grupo político que están tratando de armar Leonel Cota y Víctor Castro a cambio de futuras candidaturas.
En las elecciones del junio del año que entra estarán en juego todas las alcaldías y diputaciones locales y federales en la entidad, así como dos senadurías y por supuesto la presidencia del país.
Así que no es de extrañarse que los ahora expriistas mencionados que se espera estén en el templete junto con López Obrador este domingo sean candidatos de MORENA a disputar las referidas posiciones.
Solo desde esa lógica se entiende que priistas tan destacados ahora se conviertan en defensores de López Obrador, Leonel Cota, Víctor Castro, Narciso Agúndez y compañía.
En una especie de amargo remedio que parece ser peor que la enfermedad.
¿No le parece así amable lector?