• El experto en tectónica y geología estructural aclaró que no se puede predecir, pero sí medir y saber la velocidad o el desplazamiento promedio anual
Ciudad de México.- La península
de Baja California se desplaza cuatro o cinco
centímetros cada año hacia el noroeste y, aunque invisible a
escala humana, su movimiento gradual será evidente dentro de un millón de años,
lo que representará un cambio contundente en el mapa
del territorio nacional, señaló Thierry Calmus, de la Estación
Regional del Noroeste del Instituto de Geología de la UNAM, con sede en
Hermosillo, Sonora.
El experto en tectónica y
geología estructural aclaró que no se puede predecir, pero sí medir y saber la velocidad o el desplazamiento
promedio anual. Con herramientas precisas de sistemas de
posicionamiento global (GPS, por sus siglas en inglés) ha sido factible medir
distancias muy precisas entre diferentes puntos de la Tierra.
De acuerdo con un
comunicado de prensa, la situación actual de la falla del Golfo de California
es un fenómeno de largo alcance. Ahí, el sistema de fallas existe desde hace
aproximadamente 6 millones de años y no tiene por qué terminar, pues es un
sistema activo que crea sismos locales regularmente.
“Los sismos pequeños son un
fenómeno que puede ser superficial o profundo, pero es muy puntual, y es parte
del registro de desplazamiento de los bloques
continentales, uno con respecto a otro”, apuntó Calmus.
Para hacer modelos de evolución
geológica los expertos se basan en la teoría global llamada
tectónica de placas, que les proporciona información del pasado
a partir de datos recogidos sobre los océanos y los continentes.
“Eso nos permite hacer una previsión sobre la posición de la península
a muy largo plazo, con sus reservas. Tenemos suficiente información de la
historia de la Tierra para estar seguros de la evolución dentro de los próximos
miles de años”, añadió.
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Estudio de sismos
Con base en datos históricos
se puede hacer una aproximación del plazo de recurrencia
de sismos fuertes en el Golfo.
“En el Golfo sabemos que más o
menos cada 15 años ocurre un sismo de magnitud
superior a siete, más grande que los demás. El de Mexicali de
2010 fue de magnitud 7.5, y el anterior fue 15 o 10 años antes”.
Calmus indicó que no es
posible hacer una predicción precisa porque la naturaleza no lo permite. “Pero la Tierra es un sistema físico, elástico,
entonces podemos hacer predicción sobre un tiempo de recurrencia de los eventos
importantes”.
Así, los científicos pueden proyectar a futuro la historia sísmica del
desplazamiento concurrente con la península, que se comporta como un bloque
rígido. “La teoría de las placas se basa en eso. Las placas son en primer orden
entes rígidos en la superficie de la Tierra. Tienen un comportamiento elástico,
es decir que a lo largo de las fallas por donde se desplazan las placas
aguantan la deformación”.