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Hoy es domingo, 24 de noviembre de 2024

Diseccionan a Rivera

Realizan el primer estudio visual minucioso del mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, para conocer no sólo su estado de conservación sino para obtener una monografía de los pigmentos y las técnicas de manufactura del pintor mexicano

Diseccionan a Rivera

CIUDAD DE MÉXICO.

Cientos de rollos de papel y tinta se han gastado para escribir sobre la vida y obra de Diego Rivera. Pareciera que se sabe todo. Pero no. El pintor aún guarda secretos. Trucos contenidos en muros. Sus muros convertidos en lienzos, y estos en inscripciones de su maestría estética. Y, por primera vez, un equipo de investigadores de la UNAM revela estos secretos. Lo hace mirando más allá de la superficie; mirando cada partícula de pigmento. El primer caso de estudio fue el fresco Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, que tiene 150 personajes.

La obra de 75 toneladas y 74 metros cuadrados fue sometida durante 2016 a una disección visual, un estudio no invasivo realizado por el Laboratorio Nacional de Ciencias para la Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural (LANCIC-IF) del Instituto de Física de la UNAM, para determinar su estado de conservación. Pero los resultados no se limitaron a su condición actual. Se consiguió también una monografía de los pigmentos y las técnicas de manufactura de Rivera, y develar así la historia de uno de los artistas mexicanos más reconocidos.

El estudio usó técnicas de imagenología, que consisten en registrar la obra con fotografías bajo iluminaciones variadas: luz visible, infrarroja, ultravioleta, rayos X e imagen 3D. De acuerdo con la respuesta de los materiales, los investigadores determinan la composición de los pigmentos y ello resultó en la paleta de colores, el mapa completo de fisuras y otro de fracturas, el esquema de tareas de producción del mural y las sinopias (bocetos) que Rivera ocupó para el fresco que cumple 70 años, entre julio y septiembre. Meses que tardó en pintarlo en el Hotel del Prado en 1947.

Los nuevos datos sobre el fresco, que se conserva en el Museo Mural Diego Rivera desde diciembre de 1986, sirven no sólo para entender el pasado, sino para preservar hacia el futuro. Los investigadores entregarán al Instituto Nacional de Bellas Artes, en específico, al Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam), una carpeta con los resultados para que en las próximas intervenciones de conservación y restauración se considere los pigmentos originales y se vigile el avance de las fisuras u otra alteración.

“Existen muy pocos estudios técnicos de la obra de Diego Rivera, y de otros muralistas, el más estudiado ha sido Siqueiros, pero de los muralistas hay poca investigación. Lo ideal es iniciar con las técnicas de imagen, que nos permiten hacer una inspección a nivel microscópico, acercarnos a la obra y verla a todo detalle. Por el tamaño se hicieron tomas fotográficas por secciones para luego armar un mosaico y crear la primera imagen digital del mural en detalle y poderlo ver en pantalla como si estuviéramos frente a él”, explicó José Luis Ruvalcaba, doctor en Ciencias, responsable del
LANCIC-IF.

“Desde las humanidades, desde la historia del arte, este mural tiene características importantes. Normalmente los murales son realizados después de que se termina una obra arquitectónica, pero en este caso después del sismo de 1985 se le construye su museo y fue movido de lugar”, acotó Mercedes Sierra Kehoe, doctora en Historia del Arte, y coautora de la investigación que se realizó in situ

INVESTIGAN MATERIA DEL ARTE

 

Si bien los estudios a obras de arte con métodos científicos se realizan desde hace 20 años, el Laboratorio Nacional de Ciencias para la Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural (LANCIC) se fundó en agosto de 2014, y es parte de una red de laboratorios de la UNAM cada uno con una especialidad para el análisis del patrimonio cultural.

Este laboratorio se enfoca en un estudio integral no invasivo con técnicas de imagen in situ y en laboratorio, y análisis microscópico. Desarrolla protocolos para realizar análisis, diagnóstico y conservación de bienes del patrimonio cultural. Estas investigaciones se realizan desde 1997 en pintura sobre óleo, que en piezas prehispánicas en metal y piedra, textiles u otro material.

La primera investigación de gran proyección fue el estudio de los paisajes de José María Velasco en el Museo Nacional de Arte, y recientemente han trabajado en el Museo del Templo Mayor, la Catedral Metropolitana y el Museo Nacional de Historia.