Las provincias del norte de Parma y Piacenza son las más afectadas, y se espera que en ciudades como Bolonia, Florencia y Pescara superen los 40 grados
ROMA.
El Consejo de Ministros italiano declaró el estado de emergencia por la sequía en las norteñas provincias de Parma y Piacenza, mientras el ministerio de Salud lanzó la alarma por las “oleadas de calor” que este fin de semana afectarán a nueve ciudades del país.
En un comunicado, el gobierno italiano confirmó que el Consejo de Ministros aprobó la declaración del estado de emergencia en Parma y Piacenza.
Ello, explicó, “como consecuencia de la crisis hídrica, debida a un largo periodo de sequía desde el otoño de 2016, agravado por las altas temperaturas veraniegas y los relevantes flujos turísticos que han determinado un aumento considerable de las exigencias hidropotables”.
Con esa decisión el gobierno aprobó ocho millones 650 mil euros (unos nueve millones 657 mil dólares) destinados a las provincias efactadas.
Las norteñas regiones de Emilia-Romagna, Toscana, Veneto, así como la isla de Cerdeña pidieron en días pasados declarar el estado de emergencia por la sequía.
Según la asociación de agricultores Coldiretti, en las provincias de Parma y Piacenza se cultiva un cuarto de los tomates de conserva italianos.
Advirtió, sin embargo, que la sequía afecta a toda la zona de la llanura del río Po, de la que depende 35 por ciento de la producción agrícola nacional.
Dijo que falta el agua para cultivar maíz y forraje que sirve de alimento a 650 mil cabezas de ganado, que producen la leche usada para la elaboración de los principales quesos del país.
La Coldiretti confirmó que la situación también es crítica en Toscana y que en la llanura de Grossetto se perdió ya 50 por ciento de la cosecha de trigo.
La asociación estimó en mil millones de euros (unos mil 116 millones de dólares) las pérdidas causadas por la sequía a la agricultura nacional.
En una nota el ministerio del Medio Ambiente señaló que la sequía afecta sobre todo a las llanuras de Padania y de los Alpes orientales, además al lago de Bracciano, cercano a Roma, y la isla de Cerdeña.
La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, publicó una ordenanza para limitar el uso de agua en los jardínes y albercas y para lavar los autos.
En tanto, el ministerio de Salud emitió una alarma por las “oleadas” de calor que entre el sábado y el domingo se registrarán en las ciudades de Bolonia, Bolzano, Brescia, Perugia, Turín, Ancona, Campobasso, Florencia y Pescara, donde las temperaturas superarán los 40 grados.
Según datos oficiales, la primavera de 2017 ha sido la segunda más calurosa en Italia desde el siglo XIX.