San José del Cabo, Baja California Sur.- No sólo un centenar de asesinatos ha dejado la ola de violencia que desde noviembre del 2016 azota al municipio de Los Cabos, sino un profundo desconsuelo a familiares de  víctimas  que se encuentran desaparecidas, y es que, sufrir un “levantón” con el sello del crimen organizado hoy en día es sinónimo de silencio, temor e incluso muerte.

A lo largo de esta semana al menos tres personas fueron privadas de su libertad en diversos puntos de la cabecera municipal. Para someter y subir a las víctimas  a vehículos los responsables han utilizado armas de fuego y activado las mismas.

De acuerdo con el recuento periodístico, el primer caso de secuestro fue reportado a las autoridades en horas de la noche del anterior del lunes, después de que un comando armado con lujo de violencia privó de la libertad a dos hombres que se encontraban en un rancho ubicado en el tramo San José del Cabo- Miraflores.

Dos días después, la tranquilidad y descanso para algunos habitantes del poblado Santa Cruz, perteneciente  a la delegación de La Ribera, se vio interrumpida por las detonaciones de armas automáticas que desconocidos realizaron contra el conductor de un auto.

Luego de algunos minutos de persecución, la víctima habría perdido el control de la unidad y tras sufrir una volcadura a bordo de su vehículo habría sido “levantada” por hombres armados quienes huyeron con la persona sin dejar rastros de su paradero.

Hasta la noche de ayer no había pistas sobre las personas que fueron privadas de su libertad, por lo la incertidumbre seguía consumiendo a familiares.