La actriz canadiense y otrora 'playmate' de casi 50 años sorprende con su renovado rostro en su paso por la alfombra roja del festival francés de cine
CIUDAD DE MÉXICO.
En la cuarta jornada de Cannes, efectuada este sábado, ni las películas y mucho menos los elencos artísticos robaron cámara en el festival de cine francés, pues quien acaparó la atención y los flashes fue nada menos que Pamela Anderson y no sólo por su vestido con escote de infarto sino por lucir irreconocible con un rostro nada parecido al de sus años de gloria en la serie de televisión Baywatch o como la omnipresente conejita en las portadas de la revista Playboy.
A sus casi 50 años, que los cumple el próximo 1 de julio, la rubia actriz canadiense dejó a todos boquiabiertos en su paso por la alfombra roja de Cannes en su 70 edición, al presentarse con un rostro que ni su otroras famosas y rockera parejas sentimentales (Tommy Lee y Kid Rock) la hubieran reconocido.
La despampanante rubia -relacionada sentimentalmente con Julian Assange, el creador de WikiLeaks, a quien visita con frecuencia en Embajada de Ecuador en Londres- con su renovado físico provocó rumores de una posible cirugía plástica o de un exceso de botox en su rostro.
Con un elegante vestido azul marino con generoso escote y mangas, Pamela prefirió recogerse el cabello hacia atrás y ptresumir su nueva cara, producto de su afición por el botox.