·      Criticó a quienes a pesar de contar con un título profesional “no hacen nada” en beneficio del ciudadano

La Paz, Baja California Sur.- El senador por Baja California Sur (BCS) Isaías González Cuevas, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), reconoció que si bien no cuenta con estudios universitarios, durante sus más de 70 años de edad ha venido instruyéndose de manera “empírica” para servir a la ciudadanía y aseguró dar buenos resultados, por lo que criticó que incluso existan quienes cuentan con títulos profesionales y “no hacen nada” en beneficio de sus gobernados.

Un estudio elaborado por un medio de comunicación digital mostró que existen 12 senadores que no se han graduado de una universidad, gozando de un sueldo mensual de 117 mil 400 pesos mensuales, entre los cuales resaltan al senador González Cuevas, quien fue nombrado en 2005 secretario general del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) y actualmente sigue en el cargo.

“Hay que reconocer, yo no fui a la universidad, he venido instruyéndome en forma empírica […] He estudiado contabilidad, no terminé la contabilidad pero pues, sé bastante bien esta materia, así que bueno […], me he venido instruyendo, pero cuando uno tiene voluntad de hacer las cosas, las hace uno. Los que tienen muchos conocimientos pues no los usan, y he estudiado para ponerlos al servicio de la sociedad”, dijo el senador para El Independiente.

“Los conocimientos que tengo los pongo al servicio de la sociedad y estamos dando resultados, que es lo que quiere la gente, resultados […] Estoy de acuerdo que tienen razón en cuestionarme, pero pues yo no los cuestiono ¿verdad?, de quien teniendo conocimientos no hace nada, eso es lo peor, ¿tener el conocimiento para qué?, le costaste al erario pero no estás devolviendo lo que te dio el pueblo, ¿verdad?, en favor del pueblo”, agregó González Cuevas.

Entre las facultades y obligaciones de un senador de la república están analizar la política exterior desarrollada por el Ejecutivo federal con base en los informes anuales del presidente, aprobar los tratados internacionales y convenciones diplomáticas que el Ejecutivo suscriba, así como su decisión de terminar, denunciar, suspender, modificar, enmendar, retirar reservas y formular declaraciones interpretativas sobre los mismos.