El óleo sobre lienzo de 1934, de 74,5 x 99,7 centímetros, que muestra a tres guitarristas descansando sus instrumentos sobre una mesa de manera frontal, podría recaudar entre 2 y 3 millones de dólares
NUEVA YORK.
La pintura Músicos de Rufino Tamayo encabeza la subasta de arte latinoamericano de Christie’s, que espera recaudar por ella entre 2 y 3 millones de dólares.
El óleo sobre lienzo de 1934, de 74,5 x 99,7 centímetros (29 3/8 x 39 ¼ pulgadas), muestra a tres guitarristas descansando sus instrumentos sobre una mesa de manera frontal, como presentándolos a la audiencia.
“Representa uno de los temas más personales del artista, pues el propio Tamayo fue un músico” y este fue uno de los temas que retrató con gran frecuencia, dijo Virgilio Garza, director del departamento de arte latinoamericano de Christie’s.
“Muchas de sus obras de la década de 1930 muestran músicos y la música sirvió como tema de su primer mural (El canto y la música), pintado en 1933 para la Escuela Nacional de Música en la Ciudad de México, donde conoció a su esposaOlga, quien estaba estudiando para ser una pianista concertista”.
Tamayo pintó Músicos al año siguiente de casarse con Olga, y Garza indicó que muchos consideran el cuadro un autorretrato del artista mexicano.
También se destacan de la venta dos esculturas monumentales que forman parte de la Colección Tuttleman: el par Mujer con sombrilla y hombre con bastón, del colombiano Fernando Botero, y Grupo de cuatro mujeres de pie, del costarricense-mexicano Francisco Zúñiga, ambas con precio de venta estimado en 1,5 a 2,5 millones de dólares.
El primero, ejecutado en bronce alrededor de 1977 y de 228,6 x 88,9 x 76,2 centímetros (90 x 35 x 30 pulgadas), muestra a una pareja elegantemente vestida y es según Garza “una gran obra del artista, con accesorios cuidadosamente esculpidos que acentúan su juego con las proporciones”.
El segundo, un bronce fechado en 1974 y que mide 203,2 x 220 x 115 centímetros (80 x 86 ½ x 45 1/8 pulgadas), muestra a cuatro mujeres en distintas etapas de sus vidas, cada una basada en bocetos y esculturas individuales que Zúñiga produjo a principios de los años 60.
“Una escultura de esta calidad del artista muy rara vez sale a la venta y es la segunda en una edición de solo tres”, resaltó el experto de Christie’s.