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Hoy es viernes, 22 de noviembre de 2024

“Hacen falta espíritus unificadores” en la literatura local: Raúl Antonio Cota

Raúl Antonio Cota indica que a principios de los años 90 el ambiente literario en Baja California Sur (BCS)

“Hacen falta espíritus unificadores” en la literatura local: Raúl Antonio Cota

El poeta sudcaliforniano dijo que “hay una óptica muy corta, muy cerrada”

La Paz, Baja California Sur.- Al ofrecer una entrevista exclusiva para Diario El Independiente en el marco de la reedición de su poema “Temer al mar”, el poeta sudcaliforniano Raúl Antonio Cota hizo un breve análisis del ejercicio literario local, y mientras señala que en la época de la primera edición de su mencionada obra, 1992, “no había mucha riqueza imaginativa”, hoy en día aunque hay “muchos jóvenes que están escribiendo de manera novedosa” realmente “hacen falta espíritus unificadores, esos líderes naturales, líderes de opinión y de intención, que se instalen en medio de los grupos culturales emergentes y jalonen estas intenciones” hacia un fin que trascienda las fronteras de la media península.

Raúl Antonio Cota indica que a principios de los años 90 el ambiente literario en Baja California Sur (BCS) era “muy tranquilo, muy convencional y muy poco crítico”, añadiendo que “incluso no había mucha riqueza imaginativa en los textos que se hacían”, situación que él atribuía “a la falta de talleres literarios”, mostrando que las voces más críticas entonces, desde la literatura […], eran Edmundo Hernández Lizardi, Víctor Bancalari […] quizá Ernesto Adams con aquel proyecto de la revista ‘Ahora’ […], e Ignacio del Río, aunque más en el lado del teatro, quien proponía junto con otros ‘romper el cardón umbilical’ de la poética sudcaliforniana”. 

Por su parte, él decidió apegarse a una estética propia, de contemplación e intimismo, deja ver, pues nunca le ha gustado, dice, meterse “con la política”, sin que eso quiera decir que “no tenga compromisos”, acota. 

“Manejarlo así a manera de panegírico, de crítica apologética o crítica contundente, nunca me ha llamado la atención, y yo no creo que sea sólo posición ideológica sino más bien una posición ético-estética ante el mundo […] A mí me gustan los grandes poemas políticos como los de César Vallejo, los de Lavín Cerda, los de Nicanor Parra, en fin, hay una lista de grandes poetas que con sus textos te llegan a la médula, te llegan al corazón, te llegan a la piel del estómago y reaccionas, pero yo nunca he sido un personaje político o una persona política en el sentido convencional”.

En cuanto a ese “cardón umbilical”, considera que “era más bien una visión de generación que se daba por poetas, que ya desaparecieron muchos de ellos, como el caso de Leopoldo Ramos, César Piñeda Chacón, José Alberto Peláez Transviña”, pues “en la lectura de estos autores todavía había mucho resabio de los poetas de fines del siglo diecinueve, principios del veinte”, pero después, “ya con el surgimiento de las nuevas generaciones de jóvenes y de escritores”, contrapone, “se está volviendo más bien hacia lo intimista y confesional”.

Aunque es maestro en Ciencias de la Educación, Raúl Antonio Cota encontró el camino a la literatura como contador público en la década de los años 60. En sus ratos libres empezó a leer a los poetas de la época y se interesó por el teatro, ahí la declamación lo marcó y decidió emprender la carrera de las letras y la docencia.

“Cuando yo tenía dieciséis o diecisiete años no sabía qué onda, como dice ahora la palomilla, y yo era un hijo sin padre, suponiendo que el padre sirviera en algunos casos para marcarle la vocación a uno o la tendencia profesional, sin padre y con muchas necesidades pensaba ‘qué voy a hacer?’, y de pronto vi pasar a una señora por mi casa y le pregunto a mi mamá, -‘oye, esta muchacha, Carolina, ¿qué está estudiando o qué hace? –‘No, pues trabaja en un banco’, -‘¿y qué estudió entonces?’, -‘Contabilidad, ahí en la Academia Comercial’. Y entonces pasaba yo por ese banco y veía a la Carolina contar mucho dinero, y así decidí que iba a estudiar contabilidad, pero ya en el primer mes de la carrera técnica esa me di cuenta que no me iba a gustar eso, pero terminé porque estaba comprometida mi familia ahí, los ingresos y todo eso, y mi principal objetivo al estudiar era ayudar a mi mamá […] De manera errática, de manera aleatoria, me encontró lo que parecía ser mi destino, ser un oficinista o ser un burócrata”.

“La vida moderna plantea muchas dificultades” a los jóvenes escritores, mientras algunos “con cierta timidez expresan la necesidad de enriquecer y ampliar la literatura”, indica, pero no existe una labor de compilación para estudiar la poesía sudcaliforniana, por lo que la crítica, el estudio y, en apariencia, la creación, lamenta, se mantienen “en stand by”.

“He visto muchos jóvenes que están escribiendo de manera novedosa […], y sí hay nuevas voces, hay nueva óptica, pero los talleres aún siguen siendo muy limitados  por las instituciones, y luego volteas a la docencia, a las universidades, ya sea particulares o las oficiales, y no encuentras grandes intenciones poético-narrativas. Hay una óptica muy corta, muy cerrada, como que esto de las lecturas, de las presentación de libros, de las charlas, de los talleres, contribuye pero no suficiente”, opina para cerrar la entrevista. “Este mundo está cada día está más invadido por la tecnocracia, por una visión muy material del mundo, muy objetual”. 

Raúl Antonio Cota es licenciado en Educación Media Superior con especialidad en Español y posee el grado de maestro en Ciencias de la Educación. Ha ejercido la docencia en Educación Media Superior, en licenciatura y en postgrado. Ha incursionado en la poesía, en la crónica, ensayo, novela, reseña y cuento. Es autor de 11 libros y ha obtenido el Premio Latinoamericano de Poesía de Colima, el Premio Nacional de Poesía Tepic de Nervo, El Premio Estatal de Poesía Ciudad de La Paz. Fundí y dirigió durante más de 2 décadas la revista de poesía "La cachora", presidió la Asociación de Escritores Sudcalifornianos, formó parte del consejo editorial de la revista "Tierra Adentro" y aparece en el Diccionario de Escritores Mexicanos editado por el Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).